La búsqueda de perfiles especializados para áreas de negocio como el turismo o la mecánica es un objetivo principal en la lucha contra la despoblación de los pueblos de la provincia de Cuenca. Así lo ha expuesto Enrique Martínez, que lleva cinco años trabajando por medio del proyecto Arraigo para encontrar «perfiles exactos» de «familias urbanitas» que tengan interés en adaptarse a las «empresas que se van a cerrar por cambio generacional, que no tienen quién lo va a ocupar». El número de familias implicadas en este proyecto aumenta: en relación con las 109 que se anunciaban en junio, esta mañana se contabilizaban un total de 250 que podrían estar interesadas en la provincia de Cuenca.
El sector turismo o la mecánica son áreas profesionales para las que Isabel Catalán, la responsable en entendimiento y en desarrollo territorial, ha señalado la falta de perfiles especializados. Tras un trabajo de campo en el que se han recorrido 27 pueblos de la provincia, Catalán ha expuesto la importancia de «desarrollar formación para ciertos sectores con el fin de ocupar puestos para los que hay demanda, sin embargo, no hay gente formada». Además, ha expuesto la «ausencia de espíritu emprendedor» que se traduce en «oportunidades de los pueblos que no están siendo explotadas». La responsable también hacía referencia a «los mataderos o los kilómetros de vega para cultivo» como áreas interesantes para «futuros proyectos». La necesidad de “crear comarca” o, como también lo ha expresado, “acometer los proyectos de una forma conjunta” para llevar a cabo proyectos empresariales más ambiciosos, es otro de los puntos que ha destacado la técnica.
Otros de los puntos que se han señalado, como exponía Catalán, es la falta de implicación de la gente joven de los pueblos que se mudan a las ciudades ya que el «discurso que han recibido es vete del pueblo porque aquí no hay oportunidades»; la necesidad de rehabilitar viviendas para que las familias puedan mudarse y la implicación de los Ayuntamientos y los paisanos para que, como apuntaba Enrique, «hagan gala» de su comunidad y «borren el pensamiento negativo» con respecto a los nuevos pobladores que se incorporen a un nuevo puesto de trabajo en la localidad.
No solo se están colaborando con familias para repoblar las localidades, también se está haciendo con la Confederación Española de Organizaciones de Mayores (CEOMA) para dar la posibilidad a los «pensionistas jubilados de que puedan encontrar un pueblo a su medida», como exponía el director del proyecto y también a los inmigrantes, «que puedan regular su situación trabajando en el mundo rural».