El período del 14 al 20 de junio ha sido una semana de mínimos en el impacto de la incidencia del coronavirus en la provincia de Cuenca y en sus municipios. Durante ese tramo del calendario se registraron en territorio conquense 13 casos de COVID-19 frente a los 44 de la semana previa. La incidencia acumulada a siete días bajó de las 22,43 infecciones por 100.000 habitantes a 6,63, lo que significa entrar en datos de «nueva normalidad» y salir de los rangos de alerta epidemiológica.
Poca cantidad y poca dispersión. 8 de los 13 contagios diagnosticados se concentraron en la ciudad de Cuenca. Los cinco restantes se repartieron en otros tantos municipios: Chumillas, Las Mesas, Las Pedroñeras, Villlalpardo y Las Valeras. Es decir, solamente la capital conquense contabilizó más de un positivo.
El resto de términos de la provincia de Cuenca, hasta un total de 232, fueron territorios libres de COVID durante la segunda semana completa de junio. Una reclusión geográfica que no se vivía desde la primera mitad del verano pasado.
Poblaciones como Horcajo de Santiago, Mira, Palomares o Montalbo que habían registrado brotes durante la semana anterior han pasado del 5 o el 3 al 0. Tampoco han notificado caso alguno desde localidades más pobladas como Tarancón, Quintanar del Rey y Motilla.