El restaurador Jesús Segura, responsable del restaurante que se abrirá en las Casas Colgadas, ha apuntado la necesidad de «buscar soluciones a la movilidad de los turistas desde el puente de San Pablo hasta el Casco Antiguo» tras el derrumbamiento del muro de la calle Canónigos la pasada semana. El chef, poseedor de una estrella Michelin por su labor en «Trivio», señala que «a priori, el derrumbe del muro no afectará al restaurante de las Casas Colgadas. Lo que se nos ha comunicado es que no va a afectar porque la canalización de las acometidas va por otro lado».
Segura reconoce que «sí nos afectará como afecta a todos los conquenses porque ha caído un muro que, afortunadamente, hay que dar gracias que no ha pasado nada y , por lo que veo, se va a intentar solventar lo antes posible dado el impacto que tiene a nivel de imagen. Pero, a priori, a nosotros no nos afecta. Afectaría al acceso desde el Parador a las Casas Colgadas». En este sentido, ha precisado que «habrá que buscar soluciones a esa movilidad de los clientes y de los turistas desde un punto como es el puente de San Pablo hasta el Casco Antiguo. Creo que ya se están buscando soluciones en ese sentido para que el turista pueda acceder al Casco. Es una situación anómala que nadie deseaba, se ha producido y lo que hay que hacer es empujar para que se solucione lo antes posible».
Respecto a la apertura del establecimiento de restauración en una se las señas de identidad de la ciudad, estas mismas fuentes han indicado que «ahora estamos a expensas de firmar el contrato con el Ayuntamiento, que creo que no tardaremos mucho en hacerlo. Y las velocidades hoy con el tema de la pandemia son relativas. Siempre he dicho que queremos abrirlo en cuanto se pueda pero, sobre todo, abrirlo bien. En cuanto a la velocidad no es la que nos gustaría llevar pero es la que se puede llevar».
Jesús Segura reconoce que «hablar de fechas es complicado. Visto lo visto te surge un imprevisto como este…ahora imagina que vas a hacer una acometida, surge un resto arqueológico y hay que parar. Como no es algo que dependa de nosotros… Por nosotros lo antes posible, ojalá fuera en verano o a finales de verano pero nunca se sabe. Si nos tenemos que ir a octubre, pues habrá que ir a octubre. Al final, forzar la fecha de apertura creo que no es bueno la fecha aunque mejor que sea lo antes posible porque será beneficioso para todo el mundo que ese espacio se vuelva a ver reabierto. Y más teniendo en cuenta que ha supuesto poner un edificio del siglo XV en el siglo XXI. Eso sí, la idea es abrir este año».