El proyecto solidario ‘Todoregulinchi’, impulsado por Mara Moreno -residente en Madrid pero originaria de la localidad conquense de Rozalén del Monte- y la cántabra Laura Gómez, está inmerso en su segunda fase de recaudación solidaria tras una primera campaña que arrancó casi por casualidad y que ha redundado en beneficio de Ayuda en Acción en los últimos meses.
La iniciativa surgió en plena segunda ola del coronavirus, cuando Mara Moreno aprovechó la inercia de la viralidad que consiguió a través de Twitter gracias al dibujo de un arcoíris pintado con ceras de colores que, junto al mantra ‘Todo va a salir regulinchi’, llegó a acumular casi 160.000 interactuaciones en la red social.
De esta forma arrancaba un 25 de septiembre lo que fue un segundo confinamiento perimetral en su barrio madrileño fijando el punto de partida de un proyecto solidario que se puso en marcha apenas dos semanas después.
El arcoíris viral ilustró entonces camisetas, tazas, sudaderas y ‘tote bags’ que se han repartido por toda España con más de 600 envíos que consolidan el equipo Regulinchi por toda España.
Tras varios meses extendiendo el brillo del arcoíris en beneficio de Ayuda en Acción, el proyecto se renueva y afronta una evolución tanto en la imagen de marca corporativa como en su ambición solidaria.
Como primer lanzamiento de esta segunda etapa, ya están circulando tres nuevos diseños de camisetas que destinarán parte de la recaudación a otras ONG, como son la Asociación Infantil Oncológica de Madrid (ASION); el grupo de investigación de neuropatología y genética de la enfermedad de Alzheimer del Centro de Biología Molecular Severo Ochoa, mixto del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y la Universidad Autónoma de Madrid (UAM); y la Red Nacional de Infértiles.
El primero de los diseños, una camiseta que sobre fondo blanco exhibe el eslogan ‘no ni ná’, homenaje a la abuela malagueña de Mara Moreno que hará de gancho para aportar a la Asociación Infantil Oncológica de Madrid (ASION).
‘No ni ná’ salta de la camiseta para hacerse hueco también en calcetines, tanto en blanco como en negro, y apostando por la misma causa solidaria.
La segunda propuesta solidaria gira en torno a otro de los ‘tweets’ más virales de Mara Moreno, y en esta segunda era recaudatoria presenta una camiseta gris que reza ‘Soy demasiado joven para tener mi edad’.
En este caso, la recaudación benéfica irá a parar al Centro de Biología Molecular Severo Ochoa (CSIC-UAM).
La tercera ONG que recibirá apoyo del proyecto solidario, la Red Nacional de Infértiles, tendrá su vía de colaboración gracias a la última camiseta, esta vez también en blanco, con un corazón estampado y señalado a modo de ubicación de sus coordenadas en tiempo real con una premisa clara: ‘Estás aquí’.
El proyecto Regulinchi se ha decantado en esta ocasión por tres organizaciones muy arraigadas en el territorio y con gran vocación de trabajo.
La Asociación Infantil Oncológica de Madrid (ASION) nace en 1989 como un grupo de padres y madres que han pasado por la experiencia de tener un hijo con cáncer. Tras ser declarados Asociación de Utilidad Pública en 1995, pasaron a formar parte en 2006 de la Federación Madrileña de Asociaciones de Discapacitados (FAMMA), además de integrarse en la Federación Española de Niños con cáncer.
El CSIC es la mayor institución pública de España dedicada a la investigación científica y técnica y una de las más destacadas del Espacio Europeo de Investigación. La investigación en el CSIC se estructura en tres grandes áreas, sociedad, vida y materia, en las que se encuadra la actividad de más de 1.500 grupos de investigación de sus 120 centros.
Por último, la Red Nacional de Infértiles arranca en 2014, cuando un grupo de mujeres que se enfrentaban a la infertilidad sumaron fuerzas para crear lo que fue la primera entidad de ámbito nacional de este tipo. Así comenzaron a tejer una red en la búsqueda de apoyo y entendimiento, lo que sirvió a sus integrantes a aprender a convivir con su circunstancia.
Mara y Laura, desde Madrid y Cantabria respectivamente, afrontan con ilusión esta segunda etapa de un proyecto ya consolidado. «Se nos dan fatal los dramas y aunque las cosas se compliquen, querer es poder».
Estas dos mitades del arcoíris han unido fuerzas con un único objetivo: «Dar vida a un proyecto cargado de valores, empezando por los diseños escogidos y sus mensajes y pasando por la calidad y sostenibilidad de los productos», aseguran las impulsoras del proyecto.
«Seguimos siendo las mismas, a veces fuertes, otras más ñoñas, pero con un proyecto más maduro y sólido y un fin común, como es mejorar en cada paso», argumentan, avisando de que en este segundo asalto, tras aprender de errores y acumular experiencia, van a por todas.
El objetivo, «seguir haciendo crecer este proyecto nacido en plena pandemia y seguir arrojando optimismo donde más falta haga», sin dejar de lado más proyectos pendientes que a futuro vendrán a ampliar la red solidaria de colaboración.
Incluso la imagen de marca se renueva y el arcoíris primigenio deja paso al unicornio más gamberro y solidario del mundo. «Es algo que también nos caracteriza. Hemos aprendido que también hay caídas, sombras y dureza dentro de toda la ilusión de estos meses. Creemos que así podemos llegar aún a más gente».