Paula Rubio García, residente de Medicina Familiar y Comunitaria de primer año en la Unidad Docente Multiprofesional de Atención Familiar y Comunitaria del Área Integrada de Cuenca, ha sido elegida vocal de residentes en la Comisión Nacional de esta especialidad del Ministerio de Sanidad.
“Poder trasmitir la pasión que sentimos por nuestra especialidad y que esa ilusión no se deteriore en el camino formativo y profesional” es una de las expectativas que se planteó Paula Rubio al presentar su candidatura, que ha sido la más votada por los residentes de Medicina Familiar y Comunitaria de toda España entre las 29 candidaturas presentadas.
Según explica, su objetivo es que se tengan en cuenta las opiniones de los residentes dentro de la Comisión Nacional de esta especialidad, ya que según ha manifestado “es muy importante que se escuche la voz de las personas que en la actualidad nos estamos formando, así como trasladar las problemáticas que surjan y proponer y aportar soluciones, aunque son procesos que llevan su tiempo y podrán beneficiar a los que vienen detrás”, ha dicho.
Mejorar la Atención Primaria, poner atención en la importancia de la medicina rural o avanzar en la organización de asuntos como las guardias o las rotaciones durante el periodo formativo son algunos de los temas que más le preocupan ha explicado esta residente que, además, ha querido poner en valor la capacidad de docencia que están desarrollando sus tutores, “porque a pesar de la pandemia y de la sobrecarga laboral, están realizando una labor increíble y creo que los debemos cuidar y valorar”.
Paula Rubio, natural de Torrejón de Ardoz (Madrid), estudió Medicina en la Universidad de Alcalá de Henares y eligió Cuenca porque quería completar su formación en un hospital pequeño. “Además cuando consulté a los compañeros me hablaron muy bien de la Unidad Docente de Cuenca y del protagonismo que tenían en ella los residentes de Medicina Familiar y Comunitaria”, ha comentado.
Funciones y componentes
La Comisión Nacional de la especialidad de Medicina Familiar y Comunitaria está integrada por representantes del Ministerio de Sanidad y del Ministerio de Educación, así como por miembros de la Sociedad Española de Medicina Familiar y Comunitaria y de los Colegios de Médicos, junto con dos representantes de los Médicos Internos Residentes. El objetivo de este organismo pasa por observar el cumplimiento de los criterios de formación y evaluación de la especialidad, analizar los contenidos teóricos y prácticos del programa formativo y, en general, velar por la calidad y relevancia de la especialidad. En la actualidad son 81 los profesionales, tanto de especialidades médicas como de enfermería, que se están formando en la Gerencia del Área Integrada de Cuenca, una cifra que se ha incrementado en el último año un 16 por ciento.
En la Unidad Docente Multiprofesional de Atención Familiar y Comunitaria de Cuenca los residentes MIR comienzan su formación con sus tutores en los Centros de Salud durante tres meses, después rotan durante los dos primeros años por los diferentes servicios del Hospital Virgen de la Luz y realizan guardias en el Servicio de Urgencias. En su tercer año de formación inician su labor asistencial y de aprendizaje en las consultas de Atención Primaria de los Centros de Salud acreditados para la docencia, donde son tutorizados por un médico de Familia.
Tanto los residentes de Familia como los de las especialidades hospitalarias desarrollarán su periodo formativo durante cuatro años, salvo en Medicina Intensiva y Medicina Interna que la formación se prolonga durante cinco años, y las residentes de Enfermería, cuya formación se desarrolla durante dos años.