El sábado se pudo vivir en la remozada pista “Luis Ocaña” una de esas jornadas que quedan en la retina de los amantes del deporte, especialmente los de Atletismo, durante toda la vida, debido al éxito, posiblemente sin precedentes, en la balanza de participación y calidad de las pruebas en el control de marcas federadas que daba como inaugurada, competitivamente hablando, la única pista de Atletismo en la provincia de Cuenca, la “Luis Ocaña”.
Para los nostálgicos del lugar millones de recuerdos, imágenes se podrían venir a la cabeza con todo lo peleado y luchado para llegar a ese momento, parecía impensable hace tan sólo tres años, e incluso unos pocos meses, cuando la homologación no terminaba de llegar, estábamos (seguimos) inmersos en una pandemia mundial que parece no tener fin y la luz, esa que dicen que hay al final del túnel, no acababa de llegar.
Fue ya en la primera semana laboral de enero, tras el periodo navideño, cuando llegó el anhelado certificado de homologación, y las ideas que previamente parecían utópicas sobre la celebración de un control de marcas se comenzaron a concretar. Jesús Pontones a la cabeza fue el alma mater de la idea y el que se encargó de darle forma, cual artista sobre el barro, y con la colaboración del Club Atletismo Cuenca y Club Atletismo Tarancón, bajo el asesoramiento de la Delegación de Jueces de Atletismo de Cuenca, y el Patrocinio de Reale Seguros, se llegó por fin, de forma imparable, con la crueldad que caracteriza al tiempo de no volver atrás, a la fecha prevista para el control.
De por sí, una competición atlética tiene infinidad de preparativos, ya que el Atletismo quizás no sea un solo deporte, sino un deporte de deportes que aúna diferentes tipologías de carreras, lanzamientos, marcha o saltos, cada una de ellas con sus necesidades que cubrir, como lo haría una madre con sus hijos que no daría a ninguna de ellos de lado, a lo que hay que sumarle lo más importante, y vital, en esta maldita época que nos ha tocado vivir, la preparación del protocolo COVID, adaptado, por otro lado, de la Real Federación Española de Atletismo, la Federación Castellano Manchega de Atletismo y la consejería de Sanidad, manteniendo como principios fundamentales en la competición la seguridad y la salud.
Es por ello que se prohibió la entrada de público a la instalación, por muy dolorosa que fuere, todos los participantes en la competición (atletas, jueces, entrenadores, organización, voluntarios) debieron firmar una declaración responsable para poder acceder a la instalación, se incidió en la distancia de seguridad, se desinfectó después de cada lanzamiento, cada salto y cada carrera los artefactos, zonas de caída y los tacos de salida respectivamente, y además se puso a disposición de todos los agentes geles y guantes de látex.
Inmersos en el aspecto competitivo cabe destacar el nombre, una vez más, de Mesfin Escamilla, que además regaló a Cuenca la entrada al libro de las mejores marcas de todos los tiempos tras lograr en el 5.000 metros lisos una portentosa y extraordinaria victoria con unos 14:46.03, o lo que es lo mismo la mejor marca española de la distancia sub18 en los últimos 25 años, la octava de todos los tiempos. Sin palabras.
Para continuar con la narración competitiva iremos al principio, a las pruebas de marcha, los 3.000 y 5.000 metros, las primeras celebradas en la región después de mucho tiempo, demasiado para los méritos obtenidos por nuestros atletas abanderados por Pablo Pastor, el atleta que nos hizo creer que sí, que podíamos ser mejores, que capitanea esta generación irrepetible de atletas conquenses, y que más pronto que tarde le llegara la internacionalidad, que tanto desea. Pero no fue él el más destacado, sino su compañera de entrenamientos Lydia Ballesteros, que con los 25:04.9 realizados sobre la distancia de 5.000, la aupaban al número uno del ranking nacional de la especialidad. Tremenda actuación digna de ser elogiada a ella, como su a entrenadora Amadora Ramos.
Tras la marcha comenzaron los dos primeros concursos, el lanzamiento de jabalina femenino que logró aunar a atletas de diferentes categorías (y pesos de artefactos) y la longitud masculina, donde destacaban la ciudadrealeña Marta Ruiz – Valdepeñas (Unicaja Jaén), cuarta nacional absoluta de la especialidad, y Carlos Viñas, campeón regional de la disciplina en 2019. Se cumplieron los prónosticos y ambos se llevaron sus respectivas victorias aunque, con marcas mermadas por las fuertes rachas de viento que asolaron el sábado.
Posteriormente comenzaron las pruebas de anillo, con los 5.000 metros lisos, dos series de 16 participantes, lo nunca visto en una ciudad a casi mil metros de altitud, donde eso condiciona la consecución de grandes registros, aunque eso poco pareció importarle al bueno de Escamilla que tuvo la gran “ayuda” de Francisco Serrano (Atletismo Albacete) que le “apretó” hasta el final obteniendo unos grandes 14:54.30. Durante la celebración de las pruebas de 5.000, y para darle cabida a atletas de categorías inferiores, se celebraron, por la calle 5, hasta 6 series de 12 atletas de 1.000 metros lisos, 3 femeninas y 3 masculinas. Destacan las victorias de Sofía Gregorio (TrainingRey) con 3:16.3 y Sergio Martín (CA Calatrava) con 2:48.2.
El fondo femenino, los 3.000 metros lisos, tuvo como atletas destacas a las atletas de la selección regional de campo a través, Pilar García Llorena, Berta Zafra o Alba Barambio, junto a la prometedora Mónica Guijarro y a la Máster María del Carmen Llorena, recientemente cuarta nacional de Campo a Través en su franja de edad, F55.
La longitud femenina y jabalina masculina sufrieron las mismas consecuencias que la sus homónimas del otro sexo, el fuerte viento, lo que complicó la celebración de la competición y la consecución de grandes marcas. Se optó por cambiar de foso de longitud, para que las atletas saltasen con viento a favor, y poder “enganchar” un salto con viento legal, pero eso no fue posible para la ganadora, Andrea Cifuentes (Meliz Sport), campeona de España de triple salto este invierno en categoría sub16, que con 5.60 logró la victoria y, la mejor marca española del año de su categoría (sub18), pero con viento no legal (+3.9). Las pruebas de velocidad fueron un calco de los saltos, quedaron lastradas por el fuerte viento, aún así cabe destacar la victoria y reaparición del gran Manuel Caballero, que con 22.76 en los 200 metros, se coloca sexto en el ránking de España de su categoría (sub18) y a Inés González (Liberbank Club Atletismo Toledo), segunda en los 100 metros femeninos, con un gran registro de 13.44, lo que la llevan a la décima posición del ranking nacional sub16.
En el medio fondo el protagonismo lo focalizaron Francisco José Sevilla (CD Surco Lucena) en los 800 metros lisos, y Yayha Aouina (Atletismo Criptana) en el 1.500 m.l, que se llevaron la victoria con unos notables 2:00.53 y 3:57.89, haciendo lo mismo pero en la versión femenina Lidia Garcia Casero (Atletismo San Ildefonso) en los 800 metros lisos y Silvia Rey Veiga (Training Rey) con unos buenos registros de 2:23.09 y 5:04.58 respectivamente. En el final de la mañana llegó el salto de altura, con la participación, entre otros de Javier Sotomayor, hijo del recordman mundial, campeón olímpico y mundial Javier Sotomayor, pero no fue él finalmente el protagonista de la prueba, sino que la alcarreña Paula López, con unos brillantes 1.55 se llevó la victoria femenina, y posición en el ranking nacional sub16, a punto estuvo de sobrepasar los 1,60 que le hubiera dado la segunda. En el apartado masculino la victoria fue para el conquense Daniel Belinchón, con unos buenos 1.72.
En resumen, una jornada histórica con atletas de todos los puntos de la región, que esperamos que no quede en una anécdota en el camino y sea la primera piedra de muchas otras para un nuevo atletismo conquense, que esperamos se caracterice por el uso cotidiano competitivo de su ya inaugurada pista de atletismo ‘Luis Ocaña’.