«En demasiadas ocasiones da la impresión de que la educación en España es de segunda y para nada es así»

Entrevista con la profesora conquense Ana Belén Yuste, recién nombrada embajadora de Scientix, la comunidad para la educación científica en Europa.

Ana Belén Yuste es una conquense de 38 años que acabada de ser nombrada embajadora de Scientix, una comunidad para la educación científica europea. Licenciada en Ciencias Ambientales por la Universidad de Castilla-La Mancha, obtuvo el Diploma de Estudios Avanzados en Fisiología Vegetal y lleva trece años dedicada a la docencia. Actualmente es jefa de Estudios adjunta en el IES Consaburum de Consuegra (Toledo). Ha logrado asimismo diversos premios en certámenes educativos y de proyectos científicos a nivel nacional e internacional.

«Este reconocimiento lo otorga la European Schoolnet (EUN), que es una organización sin ánimo de lucro formada por 32 Ministerios de Educación europeos»

De una manera resumida, ¿Quiénes son los embajadores de Scientix? ¿Cuáles son sus funciones?

Scientix es la comunidad para la educación científica en Europa. Es una iniciativa financiada por la Comisión Europea que promueve y apoya una colaboración a nivel europeo entre docentes de materias CTIM (ciencias, tecnología, ingeniería y matemáticas; STEM en inglés), investigadores en educación, legisladores y otros profesionales de la educación STEM.

Los embajadores de Scientix son docentes y personas interesadas en la enseñanza de las ciencias que promueven el intercambio de ideas y buenas prácticas para consolidar una red internacional sobre educación científica que realmente suponga un cambio en las clases. Entre sus funciones se encuentra apoyar la educación STEM y a los Puntos de Contacto Nacionales de Scientix, dar a conocer dicha comunidad científica y todos sus recursos pedagógicos, probar nuevas herramientas de enseñanza, respaldar las asociaciones europeas STEM y crear y fortalecer las conexiones entre todos los actores implicados en el proceso de enseñanza de materias científicas.

¿Qué organismo otorga este reconocimiento y por qué? ¿Qué trámites hay que seguir, cuántos puestos existen y cuántos candidatos se postulan?

Este reconocimiento lo otorga la European Schoolnet (EUN), que es una organización sin ánimo de lucro formada por 32 Ministerios de Educación europeos, con sede en Bruselas, y cuyo objetivo es fomentar la innovación educativa fundamentalmente a través del uso de las nuevas tecnologías. El pasado agosto se abrió una convocatoria para formar parte de este panel de embajadores de Scientix. Para conseguirlo, había que superar con éxito tres cursos. Dos de ellos sobre metodología STEM, con el correspondiente diseño de unidades didácticas trabajando con docentes de otros países. Una vez superados, el Ministerio de Educación de tu país tenía que dar el visto bueno para tu nombramiento como embajador de Scientix, y sólo en ese caso se realizaba el último curso, un curso específico de formación para embajadores (con sus tareas, cuestionarios, etc.). En total ha sido un proceso de 5 meses, y el nombramiento es durante un año, tras el cual realizan una evaluación de tu labor para decidir prorrogarlo o no.

No sabría decirte el número de candidatos que ha habido, pero podría hablarte de unos 5.500 – 6.000 basándome en la cantidad de inscritos a los cursos y los miembros de los grupos de Facebook. Si existe un número determinado de puestos como embajadores también lo desconozco. En este llamamiento, que es el cuarto, hemos entrado unos 400 nuevos embajadores y actualmente somos algo más de 800 pertenecientes a 43 países.

¿Y cómo has recibido la noticia?

Pues me ha hecho muchísima ilusión, la verdad. Te aporta una inyección de energía para seguir trabajando la innovación en el aula, hacer cosas nuevas y realizar proyectos con los alumnos. Estoy súper contenta de haber recibido este reconocimiento y espero estar a la altura para la renovación dentro de un año.  

«Pediría el título de ESO para sacarse el carnet de conducir»

¿Se enseña bien la ciencia en los colegios e institutos españoles?

Es una pregunta difícil de contestar, porque influyen muchos factores en la enseñanza, pero en general sí creo que hay una buena enseñanza de ciencias en España. En demasiadas ocasiones da la impresión de que la educación en nuestro país es una educación de segunda, y para nada es así. Cuando conoces otros sistemas educativos (existen más países que Finlandia) y contactas con docentes de distintos países es cuando te das cuenta de que la enseñanza, en este caso de ciencias en España, tiene un alto nivel y los alumnos salen bien preparados para cursar con éxito el instituto o la universidad. Sí que es cierto que hay aspectos mejorables.

Cuando falla algo, ¿qué es? ¿el currículo, los medios, los enfoques docentes, la motivación de los alumnos…?

Hay que mejorar por ejemplo los recursos de los que disponemos. Los presupuestos que tienen los institutos públicos son muy limitados y el material de laboratorio, robótica, realidad aumentada o informático tiene un precio elevado. Tienes que reinventarte y echarle imaginación a la práctica para conseguir lo que quieres, y muchas veces comprándolo tú. Además, la mayoría de los centros también van teniendo sus años y se necesita una renovación entera de los laboratorios y talleres en cuanto a mobiliario, distribución de los espacios y organización.

También influye la actitud del profesorado. Como en todas las profesiones, hay gente que la desarrolla por vocación, pero otros por la estabilidad laboral o el salario. Innovar en las clases, estar al día de los descubrimientos e iniciativas, e introducir nuevas metodologías requiere mucho tiempo. Tiempo que en ocasiones quitas a tu familia, a tus hobbies o a tus noches, y que no todo el mundo está dispuesto a invertir.

Y por supuesto tenemos al alumnado, que también hay de todo. Pero me refiero principalmente al alumnado que, aunque intentes motivar con todas tus estrategias, muestra un desinterés y una pérdida de valores demasiado altos. El sacrificio, el esfuerzo, el trabajo y la constancia no están de moda. Se habla mucho del fracaso escolar y los pocos titulados en ESO que hay cada año, pero lo cierto es que la mayoría de esos alumnos no titulan porque no quieren, no porque no tengan capacidad. Y te da mucha rabia esto. No son capaces de ver que en un futuro no muy lejano tendrán que ganarse la vida por sí mismo y sus padres no estarán ahí para mantenerlos; por tanto, no reaccionan. ¿Sabes lo que haría yo para motivarlos basándome en el aprendizaje por competencias que tenemos en la actualidad? Pediría el título de ESO para sacarse el carnet de conducir, actividad que requiere que seamos competentes en múltiples aspectos y en la que nos jugamos la vida. Puedo asegurarte que de esta manera el porcentaje de titulados en ESO se acercaría mucho al 100%. Luego después si no les gusta estudiar (porque no tiene por qué gustarle estudiar a todo el mundo), hay un gran abanico de profesiones a las que se pueden dedicar para ganarse la vida, pero teniendo una base de conocimientos para desarrollar mejor su trabajo y sobre todo para que nadie les engañe o explote.

«Si la enseñanza se realiza desde el entorno más cercano y partiendo de un supuesto real, la actitud del alumnado cambia»

¿Qué metodologías innovadoras aplicas en tus clases? ¿Podrías indicarnos algunos ejemplos concretos de cómo enseñas de manera diferente?

La metodología depende un poco de los contenidos que vaya a tratar aunque utilizo muchas, desde el visual thinking (pensamiento visual) usando las tradicionales tizas de colores hasta la gamificación con aplicaciones móviles y realidad aumentada. Como norma general, intento que en cada unidad didáctica esté presente STEAM. Yo aquí incluyo la “a”, pero no de arte (“art”) sino de todas las materias (“all”) ya sea geografía e historia, educación física, inglés, etc. Intento integrar el uso de las nuevas tecnologías con los conocimientos científicos de la biología, y colaborar con otro departamento convirtiendo cada tema en un proyecto interdisciplinar con un producto final (ABP – aprendizaje basado en proyectos). Además, las prácticas de laboratorio o experiencias manipulativas son algo que tampoco puede faltar ya que me gusta que los alumnos comiencen a pensar como auténticos científicos y aprendan tanto de sus aciertos como de sus errores.

Por ejemplo el año pasado para explicar el suelo como recurso al alumnado de segundo de bachillerato, realizamos un trabajo de investigación comparando y valorando la evolución de varios tipos de suelo degradado (erosionado e incendiado) al aplicarles distintos tratamientos de recuperación, para posteriormente repetir el proceso (si los resultados eran positivos) en nuestro deteriorado patio de recreo. De este modo, aprendimos las características del suelo y cómo se cuantifican, su clasificación, el proceso de formación de los suelos, sus principales impactos y medidas de prevención y corrección en este sentido. Es decir, todo lo que había que aprender sobre ellos.

Este año, aprovechando mi experiencia como profesora piloto en el proyecto europeo sobre Soluciones Basadas en la Naturaleza (Nature-Based Solutions), estamos investigando qué especies de plantas de las que se utilizan mayoritariamente en parques y jardines son más eficientes en la absorción de CO2 y por tanto en la mitigación del cambio climático. Teníamos que tratar este tema en clase, y después de abordar los contenidos básicos estamos intentado proponer una solución en colaboración con el departamento de electricidad del instituto que ha creado el programa de registro de datos con sensores de CO2.

¿Por qué para muchos alumnos Matemáticas o Física siguen siendo las asignaturas más temidas, una auténtica pesadilla?

Bajo mi punto de vista, porque no le ven una aplicación práctica en la vida real y pierden por ello interés, suponiendo un esfuerzo enorme dedicar tiempo a algo que no consideran útil o no saben para qué les va a servir. En cambio, si esta enseñanza se realiza desde el entorno más cercano y partiendo de un supuesto real, la actitud del alumnado cambia. Se involucran de manera más activa y aprenden las leyes u operaciones de forma natural, como algo cotidiano y de gran valor para su vida diaria o su futuro desarrollo profesional.

Las generaciones de adolescentes actuales han sido bautizadas como de nativos digitales, ¿tienen por ello una mejor predisposición a conocer y formarse en tecnología e ingeniería?

A conocer sí, a formarse es otra historia… Tienen mejor predisposición a conocer el mundo digital puesto que pertenece a su entorno más cercano desde que sus padres les hicieron su primera foto con el móvil. Los dispositivos digitales se han convertido en elementos indispensables en nuestro día a día, y los adolescentes actuales los conocen desde que tienen uso de razón por lo que evidentemente se desenvuelven mejor en este mundo que además les gusta y atrae bastante, pero en un ámbito de ocio y disfrute. En cuanto a la predisposición a formarse en tecnología e ingeniería es otro cantar. Ahí creo que influyen más los gustos e intereses que cada uno tiene y pueden ser tan diversos como lo han sido siempre. No existe ahora una mayor demanda de carreras tecnológicas o ingenierías, de hecho se sigue accediendo a ellas con notas no muy elevadas (salvo en contadas excepciones), lo que demuestra que estar en contacto con nuevas tecnologías no necesariamente nos lleva a terminar dedicándonos a ellas.

Me dirás entonces que para qué sirve introducir las nuevas tecnologías en el aula si el contacto con ellas no consigue más vocaciones científicas. Y la respuesta es que es diferente el uso que se les da a los dispositivos digitales en casa que en el aula, donde se les enfoca a ver su utilidad más allá de las redes sociales y a fomentar la creatividad e interés hacia ellas y su desarrollo.

«En la ciencia o tecnología se requiere trabajo en equipo para conseguir resultados en un periodo de tiempo razonable y lo más importante, una inversión económica elevada»

Tan sólo dos españoles han obtenido el premio Nóbel en disciplinas científicas en la historia, los grandes referentes culturales españoles siguen siendo literatos, filósofos o pintores… ¿Somos un país que vive de espaldas a la ciencia y la tecnología? ¿Sigue vigente aquello del «que inventen ellos» de Unamuno?

¡Totalmente! Es lo que tiene depender de otros para desarrollar tu trabajo. La literatura, filosofía o pintura se puede llevar a cabo de manera autónoma y sin un gran desembolso económico. En el caso de la ciencia o tecnología, se requiere trabajo en equipo para conseguir resultados en un periodo de tiempo razonable y lo más importante, una inversión económica elevada. Y digo inversión porque se recogen frutos, no es un aporte económico a fondo perdido, sino para realizar avances en medicina, fuentes de energía, nanotecnología… que pueden convertir a nuestro país en pionero en dichos campos consiguiendo así beneficios económicos mayores que los necesarios para su desarrollo. Y para más inri, no sólo no invertimos en ciencia o tecnología, sino que encima perdemos dinero al formar científicos e ingenieros en un sistema universitario gratuito para el usuario (que no para el estado español) que finalmente acaban utilizando sus conocimientos y talento para generar ganancias a otro país.

¿Crees que la eclosión de la pandemia de la COVID-19 y la mayor atención mediática al sector se va a traducir en un aumento de las vocaciones científicas?

No lo creo. Como he comentado con los nativos digitales la predisposición a formarse en un campo determinado del conocimiento, en mi opinión, depende más de los gustos personales de cada persona. En cambio, sí que puede servir por ejemplo, para que la gente respete más el trabajo que realizan los sanitarios y científicos y los valoren como se merecen.

«Si ahora no cursas biología en cuarto de ESO acabarás el instituto sin haber dado nunca la teoría de la evolución, que califico como uno de los pilares básicos de nuestra existencia»

Aunque luego vayan a desarrollar su vida laboral en campos muy distintos, ¿cuál es la cultura básica científica con la que debería salir un alumno tras la ESO y Bachillerato?

Si te digo todo sería muy extenso, ¡jajajaja! Aunque sí que es cierto que hay conocimientos científicos que yo consideraría básicos para cualquier persona. Por ejemplo, si ahora no cursas biología en cuarto de ESO acabarás el instituto sin haber dado nunca la teoría de la evolución, que califico como uno de los pilares básicos de nuestra existencia. Con la LOE había una materia obligatoria en primero de Bachillerato que era “Ciencias para el Mundo Contemporáneo”, que realizaba un recorrido general sobre contenidos acerca del origen de la Universo, de la vida, las enfermedades, las nuevas tecnologías, nuevos materiales y cuidado del medio ambiente. No eran contenidos desarrollados de manera exhaustiva, pero sí suficientes para alcanzar esa base científica de la que hablas, y que no todo el mundo entiende ni considera fundamental. El comentario más oído por aquel entonces era qué pérdida de tiempo más grande (dos hora semanales) para estos alumnos que no van a hacer una carrera de ciencias, más valía que esas horas se utilizasen para las materias más importantes. Y ahí queda eso…

¿Qué potencialidades tiene Cuenca para albergar proyectos e iniciativas que fomenten la educación científica y tecnológica? ¿Y qué carencias hay en ella en particular y en Castilla-La Mancha en general?

Cuenca tiene una ventaja fundamental frente al resto de provincias de Castilla La Mancha que es el albergar el Museo de Ciencias y el Museo de Paleontología de nuestra comunidad. Ello pone de manifiesto sus dos puntos fuertes: la naturaleza y el patrimonio arqueológico. Ambos gabinetes didácticos realizan durante todo el año multitud de iniciativas tanto para escolares como para la población en general, y trabajan fomentando la educación científica, la investigación y la tecnología.

En cuanto a las carencias, ¿soy muy repetitiva si vuelvo a hablar otra vez de recursos e inversión? Sin ir más lejos, hace unos años se planteaba la viabilidad del Museo de Ciencias, por ejemplo. Todavía falta una apuesta rotunda en nuestra comunidad por el fomento de la educación científica. Sin ir más lejos, en el IES Consaburum comenzamos a organizar una Feria de la Ciencia y la Salud, Zienziaburum, en el año 2018. Era la primera iniciativa para realizar una Feria Científica en Castilla La Mancha en la que institutos, universidades y otras entidades podían poner un stand para mostrar de manera práctica e interactiva un concepto científico a los visitantes. En la primera edición, tuvimos unos de 30 stands y más de mil visitantes. En la segunda, casi doblamos las cifras. Y todo ello lo llevamos a cabo gracias al apoyo logístico y económico del ayuntamiento y del AMPA, y a los compañeros del centro que echaron más horas que un reloj. Aún estamos esperando ese tipo de ayuda por parte de la administración, y no será porque no se lo hemos pedido año tras año. Por cierto, aprovecho para anunciar que aunque el año pasado tuvimos que suspender Zienziaburum 2020 por la pandemia de la COVID-19, este año celebraremos Zienziaburum 2021: III Feria de la Ciencia y la Salud (Edición Ciencia en casa) el próximo 24 de abril. Será un evento online en streaming compuesto por talleres de distinta temática (física, química, biología, matemáticas, tecnología, etc.) de 15 minutos de duración. En dichos talleres el alumno o alumnos realizarán un experimento (práctica, taller…) con materiales cotidianos y/o sencillos de adquirir, y explicarán la importancia del fenómeno o conocimiento que han puesto en práctica. Tendrá lugar en horario ininterrumpido de 10 a 20 horas y se emitirá en directo por el canal de Youtube del IES Consaburum. En caso de que la participación sea elevada, se ampliará al domingo 25 de abril durante el mismo horario, celebrándose la feria durante todo el fin de semana.