Jesús López Requena
Desgraciadamente, la Covid19 me ha golpeado muy duro y he estado 24 días ingresado en el Hospital Virgen de la Luz, de los cuales he pasado 16 en la UCI. Quiero aprovechar este medio para agradecer el interés que, me consta, ha mostrado mucha gente por mi salud. Y, sobre todo, manifestar públicamente mi enorme gratitud al personal que me ha atendido durante mi estancia hospitalaria.
Además de Atención Primaria, he pasado por cuatro servicios: Medicina Interna, la Unidad de Cuidados Intensivos, Neumología y Rehabilitación. En todos he encontrado unos profesionales excelentes, merecedores de todos los elogios, desde limpiadoras/es a celadores/as, auxiliares, enfermeras/os, fisioterapeutas y médicos/as. Su atención ha superado con creces el mero cumplimiento de su trabajo y se han mostrado siempre cercanos, entusiastas, amables y empáticos. Gracias a ello me he sentido siempre inmejorablemente atendido y cuidado: el apoyo de todos estos profesionales ha sido esencial para superar esta enfermedad tan dura, sustituyendo a la familia y amigos de los que estaba aislado.
Es de justicia reconocer mi enorme deuda hacia la Sanidad Pública de Castilla-La Mancha y, sobre todo, hacia los sanitarios que la conforman. Ellos son, verdaderamente, la joya de la corona del Sistema Público de Salud.
Sólo puedo acabar con la palabra que resume todos mis sentimientos (si es que puede caber tanto en tan pocas letras): GRACIAS.
