Ara Malikian es una de esas personas que trasciende la esfera musical para alcanzar categoría de fenómeno cultural. Su música basada en un instrumento clásico como el violín ha ampliado las fronteras de la música clásica para enlazar con las propuestas más vanguardistas y, en teoría, irreconciliables. Su mérito, como el de otros muchos músicos, es la originalidad creativa y romper barreras, incluso estéticas. Todo ello basado en un espectacular dominio del instrumento ¿Una sonata de Bach y una versión de «Kashmir» de Led Zeppelin en el mismo concierto con el violín como hilo conductor? ¿Por qué no? El próximo sábado, día 27, tiene programados dos conciertos en el Auditorio de la capital conquense. Ha habido que programar dos nuevos recitales, el viernes 26, dado que se agotaron las entradas.
No es la primera vez que actúa en Cuenca ¿Cuáles son sus sensaciones al volver a esta ciudad?
Es verdad que llevo muchos años actuando en Cuenca regularmente así que siempre es un gran placer volver. Me siento muy afortunado por reencontrarme con el público conquense con quien siento que durante estos años se ha creado una relación especial. Es una suerte muy grande porque, como artista, es algo que intento cuidar al máximo porque cada vez que subes a un escenario de un ligar donde te reciben bien pues quieres darle todo y agradecerle su confianza, su cariño. Espero que esta vez también sea así.
Cuando dice que tiene un buen recuerdo de Cuenca y del público de Cuenca…¿Se acuerda realmente de esos conciertos o es una fórmula de cortesía por parte de un artista que ofrece recitales permanentemente en diferentes partes del mundo? Hoy en Lisboa, mañana en Hamburgo…
Jajaja…¡Hombre, por supuesto que me acuerdo! He tenido la suerte de tocar en el Auditorio, maravilloso, donde siempre me han tratado muy bien. Que es un Auditorio que suena muy bien, además. Y el público se ha portado siempre de forma fantástica. Y hay otro momento inolvidable para mí en la Semana de Música Religiosa, hace muchos años, cuando hice las Sonatas de Bach que para mí era algo muy atrevido, muy difícil. Fueron tres conciertos en una iglesia del Casco Antiguo. Y también actué en fiestas de San Julián, al aire libre.
«Para mí el confinamiento ha sido un momento muy creativo al poder tener pausa, estar con tus seres queridos, en casa»
En principio ofrecía dos conciertos en el Auditorio, se han agotado las entradas y ha habido que programar dos más ¿Imagino que satisfecho, no?
Muy contento, agradecido y feliz. Una de las cosas que me ha enseñado la pandemia y todo esto es que agradeces aún más a las personas que vienen a verte. Soy consciente de que para venir a un concierto uno se lo piensa varias veces, le da miedo…a pesar de todo viene a escucharte a escucharte y emocionarte con tu música. Eso te da una responsabilidad aún mayor que hace dos años. Hoy en día estoy apreciando y disfrutando de los conciertos incluso más que antes de la pandemia. Este año, en 2021, cumplo 40 años sobre los escenarios. Llevo ya 40 años dando conciertos y es verdad que los últimos 60 conciertos que he hecho, desde que ha empezado la pandemia, sin duda han sido los más emocionantes.
¿Cómo le ha afectado la pandemia? Tanto desde un punto de vista personal como artístico
A mí me ha sentado bien, la verdad. Antes de la pandemia tenía un ritmo infernal de conciertos. Estaba haciendo medias de 120 conciertos al año y entonces era muy agobiante, aunque estás agradecido de poder hacer lo que te gusta. Un día y otro estaba en los aeropuertos, en los aviones, en trenes.., Poder disfrutar de tu familia, de tu hijo, de tu mujer…pues también ha sido maravilloso porque era algo que había dejado un poco en los últimos años y he sido muy feliz siendo parte de la educación de mi hijo, de acompañarle, de estar más con él.
¿Dónde ha pasado la pandemia y cuál es el peor recuerdo que te queda?
Pues la he pasado en Madrid, en casa, prácticamente. La verdad es que tuve suerte porque dos días antes del encierro estaba viajando por Sudamérica y justo, en cuanto volvimos, iniciamos el confinamiento. Así que pude estar en casa. Y lo pero de la pandemia ha sido ver cómo amigos, compañeros, familiares…se han contagiado y han tenido que despedirse solos. Eso creo que es lo más trágico de lo que hemos vivido, Personas que se han tenido que despedir sin tener a nadie al lado, sin tener ningún familiar o amigo que le puede acompañar y coger su mano.
«En esta pandemia hemos aprendido que la cultura y el arte alimenta tu mente para que tu cuerpo esté sano»
Con el confinamiento habrá tenido tiempo de ensayar y con el violín…
Sí, la verdad es que he estudiado mucho. Siempre lo intento, haya pandemia o no. Para mí es importante dedicar el tiempo suficiente a mantener la forma y a intentar aprender cosas nuevas con mi instrumento. Las dos o tres horas diarias que dedico a estudiar y practicar el violín no me lo puede quitar nada.
¿Le ha afectado la pandemia al proceso creativo? ¿Le cuesta más o menos componer en estas circunstancias tan especiales?
Para mí ha sido un momento muy creativo. Poder tener pausa, estar con tus seres queridos, en casa. Ha sido una experiencia muy inspiradora. He podido componer muchísimo y he podido grabar dos discos, uno acaba de salir y el otro saldrá más adelante. He podido estudiar, mi familia me ha dejado practicar en casa… Esta parte ha sido muy positiva.
«En escenarios más íntimos hemos vuelto a la formación de violín y piano y, la verdad, es que lo estoy gozando muchísimo»
Royal Garage es un trabajo con múltiples y valiosas colaboraciones ¿Qué impresiones le deja este disco?
Ha sido una experiencia maravillosa. cada uno en cada nuevo disco intenta evolucionar y aprender. Es verdad que este disco, Royal Garage, ha sido muy diferente de todos los demás, con muchas colaboraciones, he compuesto temas para otros músicos a quien admiro…Para mí ha sido muy innovador y el resultado ha sido maravilloso. Estoy muy agradecido a todos aquellos amigos que se han prestado a participar en el disco y en la gira posterior. Estábamos justo en la mitad de la gira cuando empezó la pandemia, así que se quedó un poco a medias. Pero, bueno, es lo que hay. He sacado otro disco, Petit Garage, después…hay que mirar siempre adelante.
La gira de Petit Garage es especialmente adecuada para recintos más recogidos, como en Cuenca. Dos personas sobre el escenario: violín y piano. Hay poco donde esconderse, no hay una banda detrás…solos ante el público
Sí, la verdad es que es otra cosa. Piano y violín es una formación que a mí me gusta muchísimo. Durante muchos años he girado mucho con estos dos instrumentos, que se complementan muy bien. Antes, optamos por una formación más grande en estadios, pabellones…casi una orquesta. Ahora al estar en escenarios más íntimos, más pequeños, hemos vuelto a la formación de violín y piano y la verdad es que lo estoy gozando muchísimo. Además, cuanto con un compañero pianista absolutamente genial que nos entendemos y compenetramos muy bien, y los conciertos son una maravilla, poder compartir con el público algo tan íntimo, tan sutil.
Estamos a vueltas con la vacuna para la curación clínica del virus; su eficacia, su producción, si son muchas o pocas… ¿Contribuirá o ha contribuido la música y la cultura para curarnos emocionalmente, para sobrellevar la pandemia emocional?
Sin duda. Más que nunca. Nos hemos dado cuenta de que el cuerpo debe estar sano pero para ello la mente tienes que estar sana también y la mente se sana a través de la cultura, del arte, de la música, la danza, la literatura… La cultura y el arte alimenta tu mente para que tu cuerpo esté sano y en esta pandemia hemos aprendido esto.
«Una de las cosas que me ha enseñado la pandemia es que agradeces aún más a las personas que vienen a verte»
¿Es de los que considera que saldremos mejores de la pandemia o saldremos igual que antes, cayendo en los mismos errores?
Lo único que nos queda es que vamos a salir mejores. Si pensamos que vamos a salir peor…creo que hay que ser optimista. De las peores situaciones hay que aprender para estar mejor en el futuro y así uno vive con ilusión a pesar de vivir una época muy difícil. Creo que es muy importante que creamos en que vamos a salir mejor para vivir en un mundo mejor, querernos más y cuidarnos más. Lo creo sinceramente.
¿Qué música está escuchando ahora? ¿Qué le interesa desde un punto de vista musical?
Escucho mucha música y voy por fases. de repente me encapricho con algo y los escucho día y noche. Durante toda la pandemia empecé obsesivamente a escuchar Bach a todas horas y sigo con él.