“Hay muchos trabajadores que el único salario que entra en su casa es de la planta de Siemens Gamesa de Cuenca. Estamos hablando de familias con dos hijos y toda la familia depende de su sueldo. Se presenta un panorama bastante oscuro, conforme está la situación en la ciudad por la pandemia y más en el tema industrial”. Son palabras de David Moreno, presidente del comité de empresa de la planta conquense de Siemens Gamesa previas a la manifestación que este viernes ha sido secundada de forma unánime para protestar contra la deslocalización de la planta conquense.
Moreno ha recordado que los trabajadores consideran “injusto que la compañía decida cerrar esta planta con 20 años de antigüedad y una plantilla totalmente especializada en la reparación y mantenimiento de las palas de los aerogeneradores para llevarse el trabajo a Portugal con los costes logísticos que creemos que va a suponer, además de la pérdida de 51 familias que dependemos de este trabajo de forma directa más otro medio centenar de forma indirecta”.
Preguntado por las conversaciones con la empresa y si ésta ha puesto ya una fecha para el cierre de la planta conquense, ha indicado el presidente del comité de empresa que “sabemos que el periodo de consultas termina el día 18 de febrero y todo dependerá de las próximas reuniones, y en las que si no hay ningún tipo de acuerdo y se retira el expediente ellos ejecutarán el cierre y pondrán una fecha definitiva”.
No obstante, subraya que por el momento no dan el asunto por perdido y seguirán luchando para evitar el cierre. “Vamos a intentar revertir este expediente. No vamos a entrar a valorar ninguna otra posibilidad, como puede ser un plan de recolocación, porque lo que queremos es que este centro de trabajo y el de Somozas se mantengan abiertos y la gente pueda estar trabajando en su ciudad, no que la manden a otra ciudad o a otro país”, ha sentenciado.
Moreno ha agradecido “el consenso de todas las organizaciones políticas y representantes públicos, que se han sumado a la protesta de los trabajadores y a la ciudadanía en general por su respuesta”.
El alcalde de Cuenca, Darío Dolz, se ha sumado a calificar la situación como “incomprensible, no tiene ni pies ni cabeza dada la gran potencia que tiene nuestra provincia, ciudad y región en materia de energías renovables. Lo que están haciendo es deslocalizar el empleo en Cuenca para llevárselo a otro país. Nuestra más firme repulsa y vamos a seguir apoyando a los trabajadores”.
La delegada de la Junta de Comunidades, María Ángeles Martínez, ha manifestado que “desde el Gobierno regional estamos ayudando a alzar la voz de los trabajadores y venimos de la mano de ellos en esta manifestación y en todas las que haga falta para que se oiga que estamos en contra del cierre. Desde el Gobierno regional venimos trabajando desde hace un año de la mano del Ministerio tratando de buscar soluciones y ese Plan de Viabilidad que pudiera ser posible, y con ganas estamos esperando que sea realidad”.
La secretaria general de CCOO Cuenca, María José Mesas, ha criticado “que este tipo de compañías tomen estas decisiones cuando han sido beneficiadas de ayudas y fondos públicos que tienen que hacer valer allí donde se instalan”.
El presidente de la Federación de Industria de UGT Castilla-La Mancha, Carlos Duque, ha destacado por su parte que “esta empresa tiene futuro porque a lo que se dedica es al mantenimiento y a la reparación de las palas que están mal”, y ha subrayado que “Cuenca está estratégicamente situada en el centro de la península y se puede dar salida a la reparación de las palas”.
El diputado nacional y secretario general del PCE, Enrique Santiago, ha tomado la palabra para señalar que «es absolutamente inaceptable el cierre de la industria probablemente más importante de la provincia de Cuenca y cuando además la empresa no tiene pérdidas y cuando estamos en un momento en el que para poner en marcha los planes de reconstrucción europeos son necesarios precisamente sectores industriales como este, que generan empleo, industria, investigación y energías alternativas».
El coordinador regional de IU, Juan Ramón Crespo, ha destacado que se trata de «una manifiesta injusticia. No hay lógica humana que una empresa que tiene beneficios se traslade tan sólo por el interés de maximizar el beneficio en otro lugar».
La portavoz de Ciudadanos en las Cortes regionales, Carmen Picazo, ha declarado por su parte que «apoyamos a los trabajadores y reivindicamos que no se cierre la fábrica. Estamos trabajando dentro de las instituciones para que no se llegue a producir el cierre y sobre todo para que no se pierdan 51 empleos en Cuenca. El cierre de esta planta contradice las directrices europeas en cuanto a empleo, descentralización interior y economía circular».