Jesús Fernández, consejero de Sanidad de Castilla-La Mancha, ha aseverado este miércoles que «a día de hoy no hay riesgo» de que ningún vacunado con la primera dosis no reciba la segunda en un rango máximo de 21 a 28 días. «Con el calendario actual y con las vacunas que llegaron el lunes, si no se producen problemas con los plazos previstos puedo afirmar que no hay riesgo», ha indicado en respuestas a los medios de comunicación durante una rueda de prensa ofrecida telemáticamente desde Toledo.
El dirigente autonómico no se ha suspendido el proceso de vacunación, sino que este se ha postpuesto, ya que han llegado menos vacunas de las comprometidas, una situación que ha afectado a los profesionales del Área de Salud de Cuenca y de otros puntos de la región. En esa línea ha vuelto a defender el argumento esgrimido en el Sescam desde que se conoció el aplazamiento: «los criterios técnicos permiten inocular 21 o 28 después de la primera dosis sin perder eficacia».
Actualmente, ha detallado, 31.539 profesionales sanitarios públicos ya han recibido la primera dosis de vacunación. y hay 218 de ellos en el conjunto de Castilla-La Mancha que ya lo han completado.
Fernández Sanz ha destacado que el lunes “habíamos administrado el cien por cien de las vacunas entregadas”, resaltando que ese mismo día se entregaron 21.200 dosis más, tanto de Pfizer como de Moderna. “En Castilla-La Mancha seguimos priorizando la segunda dosis y además el Plan de Vacunación permite seguir administrando primeras dosis”.
En este sentido, ha destacado que hoy mismo se ha comenzado a vacunar en sanitarios del ámbito privado «en toda la región». Los primeros serán los de centros con internamiento (ingresados) y luego se continuará con otro tipo de clínicas y establecimientos.
La previsión además es que en este mes de febrero se comience a vacunar a los grandes dependientes que viven en sus domicilios, para lo que los equipos se desplazarán a los diferentes edades. Sobre la población general de más de 80 años ha eludido concretar plazos.
Asimismo, el consejero de Sanidad ha querido dejar claro que “no sobra ninguna vacuna”, ya que ha explicado que se deben administrar todas a las personas que pertenecen a los grupos señalados en la Estrategia Nacional de Vacunación.