La Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF) reclama a la Consejería de Educación «que replantee su postura sobre el uso de purificadores de aire con filtros homologados en las aulas como medida preventiva adicional a la ventilación natural y al uso de las mascarillas ante la llegada del frío».
Para el sindicato, es fundamental «adaptar las medidas a las nuevas evidencias científicas sobre el contagio por aerosoles y el mayor riesgo de propagación del Sars-CoV-2 en espacios cerrados».
Por eso, CSIF, en el marco de la supervisión y el seguimiento que realiza de las medidas preventivas anti Covid-19 en los centros educativos y ante la esperada bajada de las temperaturas, pide «la revisión de los protocolos a través de las nuevas recomendaciones del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), que en una guía sobre la ventilación en las aulas indica que si no se puede recurrir a ninguna medida de ventilación se debe purificar el aire con equipos provistos de filtros homologados».
En este sentido, CSIF solicita «alternativas para la purificación del aire de las aulas, bien sea a través de filtros homologados o cualquier otra medida que evite dar clases en condiciones indeseadas debido al frío».
Estos dispositivos, que deben cumplir con la homologación europea, «supondrían una inversión relativamente pequeña, según los estudios realizados por CSIF, ya que para un espacio de 45 metros cuadrados se requeriría un dispositivo con capacidad para 12,5 litros por segundo y ocupante, lo que supone un coste que oscila entre los 100 y los 120 euros». Por ello, CSIF «no entiende la postura de la Consejería de Educación, que hasta el momento ha descartado la adquisición de filtros homologados, lo que ha incitado a su compra por parte de diferentes ayuntamientos y AMPAS de la comunidad autónoma».
El funcionamiento de dichos aparatos «podría alternarse con la ventilación natural del espacio, con lo que incluso podrían compartirse para varias aulas durante la jornada lectiva», a juicio del sindicato.