«La cirugía estética tiene el mismo rigor, seguridad y seriedad que cualquier otra especialidad quirúrgica»

Los doctores especialistas Consuelo Serna Ballester y Gabriel Flores D´Alessandro forman el equipo encargado del Servicio de Cirugía Plástica, Reparadora y Estética del Hospital Recoletas. "En Cuenca la cirugía estética se utiliza más por necesidad que por moda"

Consuelo Serna Ballester y Gabriel Flores D´Alessandro en las instalaciones del Hospital Recoletas de la capital conquense (Fotos:Esteban de Dios)

Los doctores especialistas Consuelo Serna Ballester y Gabriel Flores D´Alessandro forman el equipo encargado del Servicio de Cirugía Plástica, Reparadora y Estética del Hospital Recoletas de Cuenca. Desde su puesta en marcha, el pasado mes de junio, llevan a cabo en la capital conquense las más avanzadas técnicas en blefaroplastias, mastopexia (aumento de mamas), rinoplastias….

Ambos facultativos han constatado, tras una amplia labor profesional vinculada principalmente a la comunidad valenciana, los cambios relacionados con esta disciplina quirúrgica. «La gente ha visto la cirugía estética como algo muy banal, muy trivial, muy de la farándula o de capricho. Y no es así. Somos médicos, hay que hacer un MIR….no se diferencia en absoluto de la seriedad, rigor o seguridad de cualquier otra cirugía» señala Serna mientras que Ballester reconoce que «ahora hay mucha publicidad engañosa y mucho marketing para poder comercializar la estética que no está hecha por profesionales. Eso es importante que se sepa».

Respecto a la experiencia adquirida durante estos meses, Serna manifiesta que «estamos acostumbrados a una ciudad más grande como Valencia y, quizás por el ambiente más de playa, la gente es más de hacerse algo por moda. Aquí no. Aquí la gente la utiliza más por necesidad, porque tiene la oportunidad de corregir algo con lo que lleva desde hace tiempo. Aquí creo que tienen las ideas un poco más claras». Flores, por su parte, ha puesto de relieve que «en Cuenca la gente es muy amable y muy abierta a escuchar las propuestas. Se habla con el paciente, se piden pruebas complementarias…y se propone un tratamiento quirúrgico. Debemos consensuar y explicar al paciente para que este vaya al acto quirúrgico con todo resuelto».

La doctora asegura que, en el ámbito privado, lo que más se demanda habitualmente es la cirugía de la mama, tanto reducción, aumento, colocación, malformaciones congénitas o reconstrucciones tras un cáncer. ·»También hacemos rinoplastia, blefaroplastia, otoplastia…pero lo que es lifting cérvico-facial es muy raro que lo hagamos por el avance de la medicina estética». Estas mismas fuentes han precisado que se ha notado el descenso de las liposucciones. «Son modas. También es cierto que se ha puesto de moda la liposucción de alta definición para definir mucho unas zonas y aumentar otras, quitar grasa de un lado para aumentar en otro».

Mastectomías, gran avance para la paciente

Por otro lado, sí se ha detectado un gran impulso en las mastectomías. «La verdad es que en este terreno se ha producido un gran avance quirúrgico y, sobre todo, por los tratamientos oncológicos. Ya no hay que extirpar completamente la mama. Muchas veces, simplemente con tumoración y ganglios puede ser suficiente. Y, en esos casos,  la reconstrucción es muchísimo más sencilla y muy satisfactoria para las pacientes». Frente a lo que pudiera parecer las intervenciones sobre esta parte del cuerpo no son patrimonio exclusivo del colectivo femenino. «Anteriormente, chicos que iban al gimnasio, muchos tomaban anabolizantes, desarrollaban la glándula mamaria excesiva y he intervenido para realizar reducciones. En hombres también he realizado blefaroplastias descenso del párpado sobre el globo ocular, suele ser bastante habitual. También hay tratamientos sobre las arrugas con ácido hialurónico y/o estimuladores del colágeno».

Serna afirma que, progresivamente, parece que va asentándose el sentido común para recurrir a la cirugía estética frente a la ‘fiebre’ que parecía existir años atrás. «Aunque hay de todo. No hay un criterio uniforme. Las pacientes el día anterior y el de la cirugía están muy nerviosas pero una vez que ha pasado la cirugía y ha ido todo bien, tienen un subidón y se sienten eufóricas. Se dan cuenta de que ese miedo no es para tanto y se encuentran mejor. Eso permite que se vayan animando. Es cierto que ya no son tan excesivas. No son «ahora me hago esto y luego lo otro». Eso suelen ser pacientes mayores. Las jovencitas, no».