El lunes a las seis de la tarde, y a pesar del apagón, el obispo de Cuenca, José María Yanguas, presidió una misa de funeral por el eterno descanso del Papa Francisco, «para dar gracias a Dios por su vida y su servicio a la Iglesia», según señala el Obispado en un comunicado en su página web en la que recuerda que el pontífice falleció el lunes 21 de abril y fue enterrado el 26 del mismo mes, el pasado sábado.
Durante su homilía, Yanguas recordó al Papa Francisco «como un pastor bueno que ha sido un ejemplo de total dedicación a la misión que el Señor le confió». Señaló que «en sus casi doce años de pontificado el magisterio del Papa Francisco ha sido una llamada continua a reconocer la dignidad inherente de cada persona, a abrirse al encuentro con los demás y a descubrir la cercanía de Dios en nuestra vida».
A la Eucaristía asistieron sacerdotes, consagrados, representantes de los diferentes grupos y movimientos apostólicos, de la Junta de Cofradías de la Semana Santa y hermandades así como fieles en general de toda la Diócesis.
