El restaurador Francisco Guerra, natural de la localidad de Belmonte, será el que repare los daños de la imagen del Cristo Resucitado que cayó de sus andas el pasado Domingo de Resurrección durante la procesión dentro de la Colegiata. El belmonteño además se ha ofrecido a realizar este trabajo de manera altruista.
El párroco de la colegiata de Belmonte, Emilio de la Fuente, señala a Voces de Cuenca que fue Guerra quien se puso en contacto con él para ver la imagen del Cristo y ofrecerse a recuperar la talla, algo que trasladó a la Hermandad del Santísimo Sacramento de Belmonte y a la Junta de Cofradías. El Cristo Resucitado sufrió graves daños a raíz del incidente, que se salda con tres grietas en la cabeza y el brazo izquierdo roto a la altura del codo, además de la pérdida de algún dedo de la mano y otros cuantos roces, asegura el párroco.
El desfile se encontraba en el punto álgido, justo en el momento del Encuentro, cuando la figura de Cristo se precipitó desde las andas debido a que el torno que asegura la talla estaba roto. El Cristo belmontino aterrizó a los pies del presidente de la Hermandad del Santísimo Sacramento de Belmonte y del párroco de la colegiata.
La talla, que data entre los siglos XVIII y XIX, se empezará a restaurar próximamente, según ha explicado Francisco Guerra a Voces de Cuenca. Detalla cómo va a proceder a su restauración una vez ya tiene la imagen en su posesión. El brazo, al estar partido, lo tendrá que intervenir «con alguna manera más invasiva», como una tira de madera en su interior, para poder pegar todas las piezas.
Con respecto a las grietas de la cabeza, «todavía no lo he definido» pero se encolará con cola natural «y puede que se refuerce con algún tipo de espiga», aunque tratará de evitarlo, dice Guerra. Realizará un estucado de grietas y finalmente una reintegración cromática. La peana, es decir, el soporte de la talla, «se ha estremecido un poco del impacto y puede que haya que reforzarla también».
Sin embargo, uno de los encargos que se ha pedido en la restauración es dejar alguna marca en la imagen con el fin de que se recuerde «el momento traumático» por el que ha pasado, «aunque eso todavía no lo tengo definitivo y tengo que estudiarlo», destaca el restaurador. Francisco Guerra prevé terminar «cuanto antes» la reparación del Cristo Resucitado, a pesar de tener «un año» hasta que vuelva a salir en procesión.