Las lagunas de Cañada del Hoyo, inspiración de arte contemporáneo en una exposición en Madrid

El Museo La Neomudéjar de Madrid inaugura este miércoles la muestra “Ecos del Vacío” de la artista Verónica Riedel fruto de su residencia en Karstica, espacio de creación en el rural.

El Museo La Neomudéjar de Madrid acoge, del 26 de febrero al 13 de abril, la exposición “Ecos del Vacío”, de la artista Verónica Riedel fruto de su residencia en Karstica, espacio de creación en el rural, inspirada en la población conquense de Cañada del Hoyo y sus lagunas. Se trata de una obra multimedia en gran formato que explora la compleja intersección entre la migración, la memoria y el impacto de la despoblación en los pueblos.

Inspirada en las lagunas mágicas de la localidad conquense de Cañada del Hoyo, cuyas aguas, antes cambiantes y vibrantes, corren el riesgo de mutar su color por la contaminación de los acuíferos fruto de la implantación de las macro-granjas en la zona, la obra se erige como una metáfora de la transformación forzada, tanto de los paisajes naturales como de los seres humanos que los habitan. 

A través de una documentación gráfica y fotográfica, la artista analizó y descompuso los paisajes, infraestructuras y elementos representativos del área, para construir una narrativa visual que invita a la introspección. Las tradiciones como el tejido de mimbre, transmitidas de generación en generación, emergen como un símbolo de resistencia y esperanza, recordándonos la importancia de preservar estas prácticas como parte esencial de nuestra identidad cultural.

En este sentido, Francisco Brives, comisario de la exposición, asegura que “a través de esa cuidadosa investigación, Riedel materializa esta reflexión en una serie de lienzos fotográficos que documentan el deterioro del entorno, la ausencia de vías de comunicación y la relación entre el ser humano y el territorio”.

Complementando esta narrativa visual, la artista incorpora lienzos translúcidos intervenidos con tejidos de lana de oveja, un material en peligro de desaparecer en la región, que simboliza los colores que alguna vez caracterizaron a las lagunas. 

Por su parte, Verónica Riedel explica que “con Ecos del Vacío, invito a reflexionar sobre la fragilidad de los ecosistemas y la manera en que el abandono y la migración no sólo transforman los paisajes físicos, sino también los recuerdos y la identidad de quienes los habitan”. La muestra se enriquece con un video-poema inmersivo, que combina imágenes de gran carga simbólica con sonidos naturales como el viento y el agua, acompañados de palabras que evocan antiguas leyendas sobre la magia de estas lagunas.

Proyectado en loop durante la exhibición, el video cautiva por su tono poético y su capacidad de transportar al espectador a un universo donde la memoria y la naturaleza convergen en un diálogo sobre pérdida y transformación.