Más de 70 directivos asisten a la primera Jornada de Convivencia y Formación para Hermandades

José Miguel Carretero ha recordado que “el valor primordial es la unidad fraterna: actuar juntos, sumando y multiplicando. Nunca restando, ni divididos, ni dividiendo”

Más de 70 directivos de hermandades y cofradías de la Semana Santa de Cuenca han participado este sábado en la I Jornada de Convivencia y Formación, organizada por la Junta de Cofradías y dirigida a secretarios, tesoreros y representantes. El objetivo de la misma ha sido contribuir a mejorar la gestión de nuestra Pasión en aspectos capitales como organización y régimen interno, formación religiosa y protocolo y comunicación, así como fomentar los lazos de hermandad, fraternidad y unidad.

La jornada, que nace con vocación de continuidad y de la que se plantea una segunda edición en otoño, se desarrolló de 11 a 14 horas en la Sala Marco Pérez de la sede de la institución nazarena. El presidente de la JdC, Jorge Sánchez Albendea, ha sido el encargado de dar la bienvenida a los asistentes y ponentes, así como de presentar la jornada haciendo hincapié en el compromiso de la institución con la formación. Sánchez Albendea ha agradecido asimismo a los asistentes por su asistencia y compromiso por mejorar y transmitir lo aprendido en sus hermandades.

La primera ponencia, La vida de nuestras Hermandades: organización e identidad, a cargo del escritor e historiador conquense José Miguel Carretero, ha abordado cuestiones históricas, de identidad y organización propias de nuestra Pasión. Entre las principales enseñanzas, Carretero ha incidido en valorar que nuestra Semana Santa está entre las más reconocidas y antiguas de nuestro país y en que “no somos menos que los demás”, por lo que merece la pena conservar, mejorar y difundir aquello que nos es propio.

José Miguel ha recordado que “el Derecho Canónico nos incumbe directamente, pues rige la vida de la iglesia, de la que formamos parte” y que “como hermandades somos asociaciones públicas de fieles y que es preciso diferenciarlas de las privadas, pues los fines no son los mismos: son públicas las que se propongan transmitir la doctrina cristiana en nombre de la iglesia o promover el culto público”.

Ha puesto de manifiesto que, aunque para los nazarenos “la procesión sea el principal acto de culto público”, hay que cuidar el resto de cultos del año, como vienen haciendo nuestras hermandades. “Como hermanos debemos participar en ellos y luchar también contra la desacralización de la Semana Santa. Los nazarenos somos sus máximos garantes” aseveraba, para sentenciar: “Actuamos en nombre de la iglesia, de la que somos parte”.

Ha hecho también hincapié en que “demos de predicar con el ejemplo: nuestra imagen, individual y colectiva, es fundamental. Debe ser la adecuada para la institución que representamos: nuestra hermandad y la Junta de Cofradías” y en que “los fines fraternos y solidarios son también parte fundamental en nuestras hermandades y cofradías. Es nuestra identidad. Eso es ser cofrade, que viene del latín ‘cum-frater’, con el hermano”.

En cuanto a la idiosincrasia e identidad de nuestras hermandades, Carretero ha recordado que “la hermandad era y es una familia ensanchada” y que “debe seguir siéndolo, en todos los aspectos”. Ha manifestado con orgullo que “tienen nuestras cofradías y hermandades un carácter democrático innegable” y que “debemos llevarlo con orgullo”. Y también ha destacado el carácter integrador de nuestra Semana Santa, carácter “que hay que seguir fomentando: sirva como ejemplo la incorporación de pleno derecho de la mujer”.

“Nuestra escuela ha sido nazarena, democrática, cívica y religiosa. Y debemos velar por la ejemplaridad, especialmente entre quienes desempeñan tareas directivas. Es imperativo moral, personal y colectivo” afirmaba. Como conclusión, recordaba Carretero que “el valor primordial es la unidad fraterna: actuar juntos, sumando y multiplicando. Nunca restando, ni divididos, ni dividiendo”.

La responsabilidad de hermandades y nazarenos

La segunda ponencia de la jornada ha tratado sobre el aspecto religioso y ayuda social, base fundamental de nuestra Semana Santa y dos de los fines clave de nuestras hermandades. Impartida por el sacerdote Pedro José Ruiz bajo el título La Responsabilidad de las Hermandades y de los Nazarenos en la Iglesia y en la sociedad, ha dejado claro que “hablar de hermandades y cofradías supone evocar el don y la tarea de la fraternidad”.

Ruiz ha incidido en la necesidad de diferenciar solidaridad de fraternidad, pues “la fraternidad requiere de un compromiso y acción más continuado y profundo”, así como en la pertinencia de fomentar la fraternidad entre nuestras hermandades y las acciones que de ella derivan. “Con nuestra vida y como nazarenos debemos manifestar la experiencia del amor de Cristo que hemos recibido” ha afirmado, para añadir que “la Cruz es el lugar definitivo donde se funda la fraternidad y que la fraternidad humana ha sido regenerada en y por Jesucristo, con su sacrificio. La hermandad y la fraternidad son fundamento y camino para la vida cristiana”.

Sobre nuestras hermandades, ha hecho hincapié Pedro José en que “tienen que ser lugares de pertenencia, de crecimiento, de formación y de comunión, donde vivir la piedad y la fraternidad” y ha definido como el gran reto de las hermandades hoy el “ofrecer permanentemente caminos de evangelización y de catequesis”. Como lugar de comunión, la hermandad “debe ser el lugar donde se vive y se enseña. Y como hermandades debemos educar en la comunión eclesial y en la participación activa de la vida eclesial”.

“Es preciso preguntarnos por el ser y misión de nuestras hermandades y volver a nuestra esencia y origen” ha afirmado, para recordar la necesidad de que, como hermandades, debemos “combatir la secularización, el narcisismo y la competitividad entre nosotras”.

La unión y unidad de las hermandades, la Junta de Cofradías y de nuestra Semana Santa ha sido eje axial de toda la jornada y también, como no podía ser de otra manera, de la ponencia de Pedro José. “La unión entre nosotros es fundamental” sentenciaba. “Las hermandades nos identifican, en su representación de cada uno de los episodios de la Pasión de Cristo, pero, por encima de todo, nos identifica Cristo. Y es en Él en quien, como hermanos, nos debemos unir. Trabajemos todas al unísono, en verdadera hermandad de hermandades” ha pedido. “Es importante que estemos unidos para que todo el mundo crea. Es la grandeza de nuestra Semana Santa”.

Pedro José ha concluido afirmando que “las hermandades de Semana Santa pueden ayudar a percibir los verdaderos valores de la Humanidad”.

Comunicar la Semana Santa en hermandad

Tras una pausa de convivencia, la jornada ha continuado con una ponencia sobre comunicación, protocolo y relaciones institucionales, a cargo del Gabinete de Comunicación de la institución. En ella, los asistentes han aprendido de la mano de Berta López y Águeda Lucas que “todo lo que hacemos, comunica” y que esta enseñanza “es la más importante y lo que siempre debemos tener en cuenta, como hermandades y como Junta de Cofradías”.

“Para aprender a definir el mensaje que queremos transmitir, cómo hacerlo y a quién dirigirlo, solo tenemos que escuchar a Jesús en el Evangelio. Porque, además de nuestro Redentor, era un extraordinario comunicador” ha explicado Berta, quien ha tomado como referencia la forma en que Cristo comunicaba, definía el mensaje y a su audiencia, dependiendo del lugar en el que comunicaba y de lo que quería transmitir en cada momento.

“Para comunicar lo que queremos, primero tenemos que definir el mensaje y luego, compartirlo de manera consistente, en todos los canales y con todas nuestras acciones” han expuesto las integrantes del Gabinete en la ponencia, para aseverar que “toda la comunicación que hacemos, como hermandades y como institución, influye en la imagen de nuestra Semana Santa” y que “la forma de relacionarnos entre nosotros dentro de la Semana Santa y con externos como instituciones o medios, también comunica. Ése también es un mensaje que merece la pena definir”.

Desde el Gabinete se ha hecho hincapié en que “para dar imagen de unidad, en la línea del slogan que preside nuestra comunicación desde 2024, debemos empezar por la comunicación” y han incidido en que “dar imagen de unidad en comunicación no supone perder nuestra autonomía y estilo como hermandades, sino que aporta coherencia e imagen de coordinación, seriedad y profesionalidad en torno a la Semana Santa”.

Además, han reforzado la idea de que “la voz que utilizamos, el tono del mensaje, es fundamental a la hora de transmitir” y que “como hermandades e institución debemos saber que representamos el hecho religioso. Y eso requiere de un tono en la comunicación que refleje ese hecho”. Y es que, “si la Semana Santa es la forma de sentir que nos une, debe reflejarse en la comunicación”.

La ponencia del Gabinete finalizaba con un kahoot sobre comunicación, diseñado y coordinado por Águeda Lucas, con el que los asistentes han podido poner a prueba sus conocimientos, aprender más sobre comunicación y, sobre todo, compartir en hermandad y por equipos, en un momento distendido y de convivencia.

La jornada se ha cerrado con una mesa redonda con los ponentes de la mañana, en la que los asistentes han tenido oportunidad de consultar aquello que se les ha quedado en el tintero, y con la lectura de conclusiones por parte de la secretaria de la institución, Sara Robles, quien ha asegurado que “Lo más importante de esta jornada es vuestra participación. Es importante formarnos y hacerlo de manera continua, para mejorar en aquellos aspectos en los que debemos hacerlo. Y para trabajar en conjunto. La Semana Santa es la forma de sentir que nos une: también cuando trabajamos por ella”.

Desde la institución han mostrado de nuevo su voluntad por “que esta jornada sea la primera de un programa de formación continuado en el tiempo, que nos ayude a mejorar en aquellos aspectos en que debemos hacerlo, y que fomente esa buena convivencia que tenemos en nuestra Semana Santa”.

Fotos: Águeda Lucas