El Conquense pierde contra el Tenerife B, que supo ser más eficaz en el segundo tiempo (0-2)

Tras un inicio más controlado e igualado, los locales se llevaron los tres puntos gracias al acierto en momentos clave

La Unión Balompédica Conquense sigue sin puntuar en la segunda vuelta. El equipo blanquinegro ha caído por 0-2 este domingo en su matinal partido contra el Tenerife B, un rival demostró por qué sigue invicto en casa: supo ser sólido cuando tocaba serlo y fue más audaz en los momentos clave ante un conjunto visitante que, aunque dio una buena impresión, no tuvo ese plus que se necesita para marcar la diferencia.

La primera mitad fue muy igualada, con más físico y estrategia que virguería futbolísticas. Ambos equipos se plantaron muy bien en el campo y desbarataron las aproximaciones ajenas, sin apenas ocasiones dignas de tal nombre más allá de una nutrida colección de córners que se saldaron sin más trascendencia. Un tiro de Gabri en el minuto 22 que desvió Bernabeú fue lo más reseñable en este tiempo inicial.

La segunda parte fue ya otra cosa. Los canarios golpearon rápido. En el minuto 47, apenas dos minutos después de la reanudación, Alassan se internó y disparó con potencia a la meta visitante para adelantar a los suyos en el marcador. El panorama de control que había dominado el choque hasta entonces se quebró: todo fue menos marcial, más loco. El Conquense lo intentó y tuvo aproximaciones repletas de peligro como un disparo de Joan Monterde que se fue desviado por muy poco, paradigma de la dinámica que se había instalado en el partido.

El entrenador, Rober Gutiérrez, apostó por cambios para adaptarse a la nueva dinámica. Primero entró Antonio Ferández por Cárcaba, luego, de una tacada, accedieron Héctor Rubio, Alyson y Bema Sina para reemplazar respectivamente a Joan Monterde, Pablo Olivares y Sergio Rodríguez. También se fue Luis Castillo y entró Etxebe.

La revolución en la alineación no cuajó los efectos esperados, si bien el Conquense se hizo más dueño del balón y metió más velocidad también se notó más vulnerable por momentos. La historia se terminó en cualquier caso en el minuto 88 con otro gol tinerfeño: Salifo culminó una gran jugada para sentenciar. Los minutos finales dejaron más peligro local y algún córner visitante, ya sin tiempo y sin templanza para lograr la machada.