Adrián Martínez Vicente, concejal de Movilidad, reveló este lunes en el pleno del Ayuntamiento que los autobuses eléctricos que la empresa concesionaria del transporte público municipal, Líneas Urbanas de Cuenca, adquirió en verano de 2023 «ni siquiera están matriculados». El edil, que recordó que la compra y puesta en marcha corresponde a la compañía, indicó también que ya se han iniciado gestiones para comprobar si estos hechos suponen un incumplimiento del contrato.
Unas declaraciones que el socialista hizo tras una pregunta del concejal de Cuenca en Marcha (Podemos-Izquierda Unida) Pablo García interesándose por la deuda de más de 800.000 euros que la concesionaria reclama al Ayuntamiento y cuestionando si ese es el motivo por el que los autobuses eléctricos siguen sin funcionar «y el servicio deteriorándose».
Martínez Vicente precisó que «deuda hay cuando se reconoce un desequilibrio y no se abona» y que en estos momentos se está en pleno proceso para analizar si los desequilibrios que reclama la empresa por déficit en la prestación del servicio se ajustan a la realidad o no. Avanzó que desde el Ayuntamiento ya ha se ha concluido que no hay desequilibrio ni cabe reclamación sobre la anualidad de 2019, que se está estudiando la de 2020 con especial atención a las circunstancias excepcionales de la pandemia y también se fiscalizan el resto de anualidades.
En cualquier caso, insistió en que estas controversias «deben ser independientes de la prestación del servicio» y que Líneas Urbanas de Cuenca ha de mantener «en condiciones óptimas la flota de autobuses» pues así lo establece el contrato que liga a esta unión temporal de empresas con el Ayuntamiento. Una afirmación que García dijo «compartir plenamente», por lo que animó al concejal del Equipo de Gobierno a insistir en las acciones que permitan mejorar la situación.