Lesiones físicas y mentales en los futbolistas: cómo se aborda el sufrimiento con una perspectiva integral

David Recuenco, fisioterapeuta suplente de la UB Conquense, explica a Voces de Cuenca cómo es la carga que sufren los futbolistas cuando se lesionan y las alternativas para superarlo.

Abre la puerta de la clínica y avanza con paso firme buscando su consulta. «¿Me estás esperando?», pregunta: «¡Pasa, pasa!». Es la energía de David Recuenco, fisioterapeuta deportivo en QFisio, que empezó como futbolista profesional en el Rayo Vallecano de Madrid y terminó como fisio del Femenino. El año pasado le llamaron para hacer un par de sustituciones en la UB Conquense, así que ya sabe de lo que va a hablar en la entrevista de Voces de Cuenca: la exigencia de la competición, más aún, la exigencia del propio futbolista cuando se lesiona en la competición.

Podría encajar perfectamente en unas siglas, por ejemplo JASP (Joven Aunque Sobradamente Preparado), porque le avala el Grado en Ciencias del Deporte, el Grado de Fisioterapia, el Doctorado, la puesta en marcha de dos Grados en la Universidad de Nebrija (Madrid) y el Grado en Dietética que está estudiando mientras trabaja. Pero lo importante no son tanto sus conocimientos técnicos como la determinación de tratar el sufrimiento humano desde una perspectiva integral. Demasiado tiempo como preparador físico para aprender la lección: «Nadie te da las gracias por preparar un entrenamiento, pero sí por salir de una camilla y volver a recuperar su vida». Atrás quedó la adrenalina del césped verde y los masajes a 15 jugadores al día, esta vez las relaciones personales han ganado la partida.

«He visto muchos jugadores buenos que llegan al Real Madrid y no rinden»

Hace unos días era noticia que uno de los jugadores de la UB Conquense, Jairo Cárcaba, se lesionó durante un entrenamiento y tuvo que perderse varios partidos con el equipo. Por no hablar del jugador marroquí Kain Amoud que lleva tres meses y medio fuera de los terrenos de juego por una grave lesión en su rodilla derecha y ultima su incorporación al grupo hasta que reciba el visto bueno de los médicos. Esto que puede parecer normal en cualquier ambiente laboral, pero para los futbolistas supone enfrentarse a una cadena de pensamientos automáticos negativos que minan su trayectoria deportiva. David Recuenco ha explicado que «están sometidos a una presión enorme en muchos sentidos, ya que todos los fines de semana tienen que estar a tope aunque les duela algo». Y ha reconocido que la mayoría de las veces piensan que «si no juegan igual no jugarán más» y tienen que mantener «cierto caché que les hace jugar sí o sí».

Por eso, las lesiones de jugadores de fútbol tienen un historial previo y cuesta mucho tratarlas. El ejemplo que ha puesto es sencillo: unos cuádriceps cargados en el fútbol se vuelven a cargar después de la descarga porque hay que volver a entrenar y así es como aumenta el volumen de lesiones. De hecho, hay ocasiones que tienen que jugar dos veces a la semana además de entrenar, por lo que «si quieren competir la carga es brutal y genera mucho estrés, reduciendo la calidad del sueño y la rapidez de la recuperación». Es así como aumenta la predisposición de tener una nueva lesión.

A esto hay que añadir la presión social de los aficionados. «En partidos en los que hay 90.000 personas mirando, la carga mental de los futbolistas es muy fuerte, hay que tener una buena autoconfianza para que las críticas cuando fallan no les afecten», según ha enfatizado.

«Todos los futbolistas han sufrido una lesión alguna vez»

Entre las lesiones más comunes está la sobrecarga de los gemelos, los golpes por impacto, la rotura de fibras y, en ocasiones, de ligamentos cruzados. Hay veces que pueden llevarles a estar retirados 6 o 7 meses, incluso un año. Las tendinopatías suelen ser más graves, aunque lo peor es la pérdida de conocimiento o conmoción. David Recuenco ha matizado que «si el tendón se queja es como si estuviera diciendo que hay demasiada carga y el dolor es una señal que avisa para rebajar el nivel de esfuerzo». Un aspecto curioso es que ese dolor «aprende el camino», es decir, las lesiones refuerzan cada vez más un mismo recorrido del dolor por el sistema nervioso a la hora de dar la cara.

En general, en su dilatada experiencia, todos los futbolistas han sufrido alguna vez una lesión leve en su carrera deportiva, y solo podría decir que 5 o 6 de los 24 jugadores probablemente tengan que enfrentarse a una lesión de mayor gravedad. «Todo depende del campo en el que juegan, los niveles de cortisol, la alimentación que es crucial y si tienen que rendir al 100% o no», ha comentado.

«Superar la presión es cosa de dos«

Recuenco ha advertido que la figura del psicólogo deportivo debe ser fundamental en cualquier equipo deportivo junto al fisioterapeuta. Hay muchos factores que influyen en el equilibrio físico y mental de un deportista de élite. Es diferente en función del tiempo de preparación de la temporada, si se dispone de profesionales con amplia experiencia sanitaria o si se puede planificar la semana con opciones de descanso: sesiones de regeneración intercaladas con espacios amplios de entrenamiento, sesiones en espacios reducidos, ejercicios de baja carga, series de velocidad distribuidas en días distintos de la semana…

Se basa en hechos objetivos: «He visto futbolistas que después de un golpe decían que querían seguir jugando pero el fisio que asiste en el campo sabe cuándo tiene que dejar el partido, he visto a otros que prefieren no jugar y estar en el banquillo para rebajar el estrés, y he visto a quienes salen al campo hasta arriba de infiltraciones para soportar el dolor». El panorama de posibilidades es tan amplio como el de jugadores, sin embargo, ha desviado un momento el foco para compartir que puede llegar a ser más complicada de superar una lesión fuera del alto rendimiento. «Al final el futbolista tiene una buena masa muscular y puede que su recuperación sea más rápida, pero en el resto de personas que no viven con tanta disciplina la causa del dolor no suele estar tan localizada», según su argumentación.

Por eso, ha animado a todos en general a llevar una vida sana porque «resulta muy útil», comiendo saludable y durmiendo lo necesario para tener una progresión positiva de la salud, complementado con la actividad física. Lo cual no quita para que al resto de los mortales les siga pareciendo que los futbolistas están hechos de otra pasta.