La conquense María Jesús Cañamares gana el concurso de relatos cortos de la Asociación de Hipoacúsicos de Huesca

La escritora sordociega, natural de Jábaga, se ha llevado el premio con su obra “El Eco del Amor”.

La escritora sordociega María Jesús Cañamares, natural de Jábaga, ha ganado la novena edición del concurso de Relatos Cortos de la Asociación de Hipoacúsicos de Huesca con su obra “El Eco del Amor”, que habla de amistad, comunicación, e incluso amor, en el mundo real y en el virtual. Su premio ha correspondido en la modalidad A de la competición, dedicada a autores con discapacidad auditiva.

Miguel Nombela Blázquez, escritor de Toledo, ha quedado ganador de la modalidad B, de acceso libre, con su obra “El lector”, un relato meta-literario, del que el jurado ha destacado el atractivo “suspense narrativo” que encierra. En esta modalidad B, el jurado ha seleccionado como premiado en segundo lugar el relato “A las puertas de nadie”, del valenciano Alexis López Vidal, un relato que ha destacado por su “verismo y lirismo expresivo”, así como por la “sutil, pero mordaz, crítica a la indiferencia hacia los desfavorecidos”.

La Asociación San Francisco de Sales de Hipoacúsicos de Huesca organiza por noveno año este certamen con el objetivo de destacar la importancia del acceso a la lectoescritura a toda la población, y en especial a las personas sordas, que apoyadas por las nuevas tecnologías pueden acceder a la comunicación y la información a través de la lengua oral.

Desde la organización sostienen que este certamen es «especial» porque año tras año se consolida como punto de encuentro entre escritores con y sin discapacidad auditiva, «haciendo de las historias, la creatividad, la imaginación y, en definitiva, la palabra un paisaje compartido, accesible, abierto y fascinante». El acto de entrega será para el próximo día 17 de enero en el Salón Azul del Casino de Huesca.

María Jesús Cañamares nació en Jábaga (Cuenca), en 1963, lugar en el que reside. Es ciega de nacimiento y perdió el sentido del oído a los 11 años, debido a unos antibióticos para curar una gripe que dañaron su nervio auditivo hasta perder totalmente la audición.