El vicepresidente de Castilla-La Mancha, José Luis Martínez Guijarro, ha presentado 3 de los 13 módulos del nuevo Hospital Universitario de Cuenca que, a su juicio, «son imprescindibles para el funcionamiento del Hospital». Se trata de la cocina, las instalaciones y la gestión de residuos, es decir, tres módulos logísticos, puesto que los otros diez pertenecen al ámbito clínico.
Según ha explicado el vicepresidente el módulo de cocina duplica su superficie e incorpora la última tecnología para la gestión y procesado de alimentos con el fin de garantizar que hasta 500 pacientes tengan una correcta atención alimentaria cada día. «Haciendo una gestión intensiva de la cocina se puede llegar hasta las 1.000 raciones, con lo que desde el Hospital se puede suministrar la comida a otros puntos de la Gerencia Integrada de Cuenca, como las unidades psiquiátricas y los puntos de atención continuada», ha afirmado Guijarro.
Así, el nuevo Hospital «es la mayor obra civil de la historia de la provincia», con una inversión que supera los 200 millones de euros, y supone «un antes y un después» en la gestión sanitaria, garantizando una correcta atención a las próximas dos generaciones. En palabras del vicepresidente, «Cuenca estará a la vanguardia en atención sanitaria». Dentro de unos días, el 19 de diciembre, será cuando los Reyes inauguren estas instalaciones oficialmente y se inicie todo el proceso para la puesta en marcha del servicio hospitalario. «En Semana Santa empezará el traslado», ha declarado Guijarro.
Por su parte, el alcalde de Cuenca, Darío Dolz, se ha mostrado impresionado por el duplicado del espacio en cocina. Le ha sorprendido la aplicación de la tecnología en el servicio de comida diaria, sobre todo, el sistema de calentadores de bandejas, así como el circuito desde el que llegan los alimentos, salen para el reparto de habitaciones y vuelven sin tocarlos para limpiarlos y esterilizarlos. «Estamos muy contentos con las nuevas instalaciones», ha expresado el alcalde.
También Javier Calomarde, director de la división hospitalaria, ha afirmado que la amplitud y la modernidad de la cocina cumple con la normativa de seguridad alimentaria vigente. Ha descrito que «es un circuito sin cruce de zona limpia y sucia, con entradas y salidas independientes y con espacios de circulación adaptados». Además, cabe la posibilidad de una futura ampliación. «Son equipos muy tecnológicos que facilitarán al personal su trabajo y la comida llegará satisfactoriamente a los pacientes, se calcula que para 300 que llegarán fácilmente a los 500», ha matizado.
Por último, José Antonio Ballesteros, gerente del Hospital, ha afirmado que son 60 los profesionales que trabajan en la actual cocina, por lo que prevén un incremento de plantilla. «Las nuevas instalaciones requieren aumentar el personal, aunque hay procesos automatizados y tenemos que valorar las necesidades, ha asegurado.