322. Son los bebés que nacieron en la ciudad de Cuenca -o, más exactamente de madres de residentes en la ciudad de Cuenca- durante el año pasado. El dato viene recogido en el estudio sobre Movimiento Natural de la Población que ha publicado este miércoles el Instituto Nacional de Estadística (INE) y que se basa en resultados definitivos. Es la cifra más baja de toda la serie histórica, que se retrotrae a 1996 en el desglose por capitales de provincia. Dicho de otra manera: nunca antes (al menos desde que se cuenta y registra con el sistema actual,) se habían registrado tan pocos nacimientos en la urbe del Júcar y el Huécar.
El número confirmado por el organismo estatal supone 43 alumbramientos menos que en 2022; un descenso del 13,3% en términos relativos. Y casi la mitad (-48,4%) de los 624 que se contabilizaron en 2008, cuando se alcanzó el máximo de la serie estadística. Son 302 niños menos, el equivalente a 13,7 aulas del segundo ciclo de Infantil al completo con la ratio actual de 22 alumnos.
Cuenca fue la cuarta capital de provincia de toda España con menos nacimientos. Solamente presentaron cifras más bajas Soria (251), Zamora (284) y Teruel (288).
La tasa bruta de natalidad (nacidos por cada 1.000 habitantes), se sitúa en 6 frente al 6,8 de 2022 o el 9,02 de hace una década. La tasa de fecundidad global (nacimientos por cada 1.000 mujeres de entre 15 y 49 años) disminuye en un año de 30,38 a 27.
Sí que baja en el último ejercicio la edad media de las madres (de 33,21 a 32,61 años). La madre más veterana tenía 47 años y la más joven fue una chica de 16. El grupo más numeroso (la moda del conjunto de datos) fue el de las madres de 35 años, que fueron un total de 33.
El 54,66% de los nacimientos correspondieron al primer hijo de la madre; el 33,54% al segundo; el 8,07% al tercero; y 3,73% al cuarto o siguientes.
Además, el INE refleja que por primera vez hubo más nacimientos de madres no casadas que de casadas, todo un hito en la evolución sociológica de la capital conquense. En 2023 las primeras supusieron el 55,90%; 7,13 puntos más que en 2022. Hace diez años, el dato más antiguo que hay por municipios, el porcentaje era del 38,76%.
Durante 2023 el número de muertes registradas entre los habitantes de Cuenca -una estadística que se desmenuzará en posteriores piezas periodísticas- fue de 502 (22 menos que en 2022), por lo que hubo un crecimiento vegetativo negativo de 180 habitantes.
La provincia
En cuanto al conjunto de la provincia -que incluye también los datos de la capital- el número de nacimientos contabilizados en 2023 se quedó en 1.242. En este caso no es el mínimo de la serie histórica (ese se dio en 2020 con 1.193) pero sí que se traduce en 62 niños menos que el año anterior, un descenso relativo del 4,75%. Los pueblos muestran por tanto un mejor comportamiento que Cuenca capital.
En este ámbito geográfico, el INE sí que desagrega entre madres de nacionalidad española y las extranjeras. El primer grupo es un 69,9% del total y el segundo un 30,1%. En 2022 la relación era de 71,1%-28,9%.
La tasa bruta de natalidad es de 6,25 (0,25 más que solo en la capital y 0,35 menos que el año anterior) y la de fecundidad es del 31,40 (32,99 en 2022).
La edad media de las madres bajó de 32,60 a 32,18 años y el porcentaje de niños que suponían el primer hijo se fijó en el 48,55%, el del segundo en el 35,83, el tercero en el 10,71% y el cuarto o más en el 4,91%. Cifras que reflejan familias más amplias en la provincia que en la capital. El porcentaje de madres no casadas es del 48,39% (20 años antes era del 15,55% y hace 40 suponía un 1,96%).
El número de defunciones en el conjunto del territorio conquense fue de 2.359 (217 menos que en el año anterior), lo que significa un saldo vegetativo negativo de 1.177 habitantes.
