La diabetes es una de las enfermedades más prevalentes que se calcula padecen más de 200.000 castellanomanchegos, cerca de 30.000 en la provincia de Cuenca. La importancia de mantener un estilo de vida saludable es el consejo más importante que dan los especialistas, también dos sanitarias dedicadas al abordaje de este enfermedad, la enfermera Pilar Ortega del Centro de Salud Cuenca II, y la doctora Dunia Taboada del centro de salud de Valverde del Júcar.
El tratamiento de la diabetes, para la enfermera Ortega, tiene tres patas de un banco: por un lado está el tratamiento farmacológico si se precisa; y luego están los hábitos dietéticos y la alimentación saludable y el ejercicio físico. «Son los tres pilares en los que nos basamos en acompañar al paciente con esta enfermedad». Estas dos últimas cuestiones son son exclusivos para pacientes diabéticos, sino para la población en general.
Resalta que esta enfermedad crónica está muy relacionada con el estilo de vida que llevan los pacientes. «Hay estudios que dicen que 60 de cada 100 personas no llegarían a tener esta enfermedad si tuviesen una alimentación correcta e hiciesen una ejercicio físico habitual. Ese dato lo dice todo, es fundamental en insistir y trabajar en tener hábitos saludables», insiste Ortega. Este trastorno también tiene un componente genético importante, así como los antecedentes familiares, «pero en su aparición y el mal control de la enfermedad prevalecen los hábitos de vida», sostiene la enfermera.
Pilar Ortega destaca que la Atención Primaria es fundamental para el diagnóstico de la diabetes, pues en muchas ocasiones, «por no decir casi siempre», se produce a través de una simple analítica o una revisión rutinaria. También, en el tratamiento, pues para ella una parte importante es la educación en el paciente, «que reconozca que es un enfermo crónico, que conozca cómo puede controlar y tratar su enfermedad y nosotros ayudarle a empoderarse con herramientas».
Buena alimentación y control de peso, las recomendaciones más importantes
La doctora Dunia Taboada insiste en la importancia de lo que llaman los tratamientos no farmacológicos, ya que las recomendaciones alimentarias «son vitales». «Se ha visto que un paciente diabético que es capaz de hacer una rutina de ejercicios físicos durante tres o cinco veces a la semana, puede mejorar sus niveles de glucemia e incluso disminuir fármacos antidiabéticos que tomaba», asegura la sanitaria.
Otro de los consejos que advierten desde Atención Primaria y que se gestiona es el control del peso, pues en la mayoría de los casos de los diabéticos, sobre todo de tipo 2, tienen sobrepeso u obesidad. «Cuando el paciente se convierte en crónico hay que hacerle un seguimiento cada seis meses en consulta. Si los valores de glucemia y de hemoglobina glicosilada están normales, se puede relajar un poco, si no a los tres meses hay que repetir esa prueba. Por eso es importante una alimentación saludable, con las cinco comidas al día al igual que las cinco piezas de fruta», resalta la doctora.
El tabaco es otro factor de riesgo importante para este tipo de pacientes. Taboada asegura que «si una persona que es diabética tiene otros factores de riesgo cardiovascular como por ejemplo la hipertensión o el habito tabáquico, tiene una esperanza de vida más limitada».
La doctora recuerda que en Castilla-La Mancha existe un proyecto en los centros de salud en atención podológica para los pacientes diabéticos, con dos revisiones al año incluidas en el sistema sanitario regional, por el llamado «pie diabético», pues estos pacientes «suelen tener pequeñas ulceras y con este programa pueden tener revisiones que integren más la atención».
Para ser paciente de diabetes la persona tiene que tener una glucemia por encima de 126 y una hemoglobina glicosilada por encima del 6%. Sin embargo, Taboada insiste en que «siempre tienes que tener un ojo avizor de quién puede tener esta enfermedad». Aquellos que tienen más riesgo son los que tienen madre o padre diabético, «porque también es importante el componente genético»; si se ha tenido diabetes gestacional; quien tenga sobrepeso u obesidad; así como personas que beban alcohol.