Bomberos voluntarios de los parques de Tarancón y Motilla del Palancar, pertenecientes a la Diputación de Cuenca, han viajado hasta la localidad valenciana de Catarroja para ayudar en las labores de achique y de limpieza. Los efectivos se van rotando por turnos para ir hasta una de las zonas más afectadas del país por la DANA hasta que se mejore la situación.
Alejandro Priego es uno de los bomberos voluntarios que ha estado este pasado fin de semana en Catarroja junto a otros 11 compañeros, y este martes pone rumbo de nuevo a la localidad valenciana otro grupo de ambos parques para continuar con las labores, en las que están colaborando todos los efectivos mediante turnos. El trabajo principal de los voluntarios era achicar el agua de los garajes, aunque una vez están allí van haciendo según demandan los vecinos: abrir locales con una radial, llevar la compra a la casa de los más mayores o abrir alcantarillas para poder limpiar las calles.
El bombero afirma que su grupo de voluntarios solo están actuando en una zona según las órdenes de los efectivos de seguridad municipales. «Nos van sectorizando y no nos desperdiguemos, si nos dicen un sitio nos quedamos allí porque sino es un caos», asegura Priego. Cuenta que lo más impactante es ver el centro de la localidad con los coches apilados en las puertas de los edificios de viviendas, además de ver cómo los vecinos han perdido casas y negocios.
Priego resalta que lo que más se necesita en Catarroja es calzado y ropa. Asegura además que está siendo complicado repartir la ayuda que mandan. «Alimentación y bebida hay mucha, pero al estar todas las calles mojadas y embarradas, quien ha perdido todo no tiene calzado. Además, con todos los recursos que se han donado, no pueden llevarlo al centro porque es imposible acceder con un vehículo. Hay gente que lleva cinco días sin salir de su casa porque tiene un coche atravesado en su puerta».
Sus trabajos están consistiendo «de fuera para dentro», es decir, abrir las calles principales para intentar que todo el mundo tenga acceso a los servicios esenciales, pues asegura el bombero que hay gente que todavía «está sin agua y sin luz».