El Ayuntamiento de la capital ha adjudicado a través de un contrato menor el estudio e investigación de la Cuenca subterránea en la Guerra Civil a través de la reapertura y la identificación de refugios antiaéreos en la ciudad. El proyecto ha sido adjudicado al arqueólogo Santiago David Domínguez Solera con un presupuesto de 10.890 euros, IVA incluido, y está incluido dentro del Plan de Sostenibilidad Turística del Consistorio conquense. En concreto, la idea se va a basar en ampliar la línea iniciada en el túnel de la calle Alfonso VIII con Andrés de Cabrera.
El estudio correrá a cargo también del otro arqueólogo conquense Michel Muñoz. Ambos comenzaron el 2009 la primera fase de investigación de los túneles de la Cuenca subterránea, en el que realizaron la musealización de todos ellos, fueran refugios antiaéreos o no, entre ellos el de la calle Alfonso VIII de la capital, así como el de Calderón de la Barca y la cripta funeraria de la iglesia de San Andrés, según ha señalado a Voces de Cuenca Domínguez Solera.
El arqueólogo sostiene que la idea ahora es abrir e investigar nuevos túneles y sacar ideas novedosas para ponerlos en valor, centrados en la Guerra Civil Española y los refugios antiaéreos, «seguir con la línea del centro de interpretación de la Cuenca en Guerra que hay en el túnel de Calderón de la Barca». Destaca que estos espacios son elementos patrimoniales «muy agradecidos pero que han estado mitificados, ya que se decían que eran lugares de la Inquisición, por ejemplo». Asegura que conocen quien los construyó y quienes lo utilizaron, y ahora se van a dedicar a «exprimir la documentación que nos faltaba por recuperar y estudiarlos arqueológicamente para saber qué hacer con ellos».
Domínguez Solera indica que son muchos los refugios antiaéreos que se conocen en la ciudad, como por ejemplo dos en la calle Los Tintes, otro en Colón o uno en la Plaza del Nazareno. Sin embargo, admite que «son inviables» para su musealización por diferentes motivos, ya que cada uno tiene distintas características técnicas. «Lo que vamos a hacer es identificar más espacios para darle continuación a la Cuenca subterránea. La idea que tenemos es ampliar y completar ambos refugios que ya están abiertos y conocer cómo son, qué elementos guardan y qué usos tuvieron después», cuenta el arqueólogo del proyecto.
La ejecución arqueológica tiene que estar terminada antes de final de año y comenzarán con la intervención una vez tengan el permiso de la Junta al tratarse de un espacio patrimonial, pero ya está en marcha el estudio. Domínguez Solera sostiene que el proyecto presupuestado incluirá el desescombro de parte del túnel con el que destapiarán dos de los segmentos que están entre Alfonso VIII y Andrés de Cabrera (debajo del parking de Mangana hasta arriba), documentación fotográfica, planos y ampliar la documentación de archivo, así como buscar más información sobre los bombardeos que se produjeron en la ciudad durante la Guerra Civil.