Ana Mombiedro: cuando la arquitectura y la neurociencia se alían al servicio del bienestar

Esta conquense, experta en Neuroarquitectura, está nominada a Mejor Docente de España en la categoría de educación no formal

La conquense Ana Mombiedro figura en el listado elaborado por la plataforma Educa y la Fundación de obra social Abanca con los profesores propuestos para ser el Mejor Docente de 2024. Está incluida, junto a otros 13 candidatos, en la categoría de Educación o Formal. La nominación ha sido posible porque la han propuesto los estudiantes del Postgrado del Colegio de Arquitectos de Cataluña donde trabaja como directora y docente. La denominación como Educación No Formal Entonces obedece a que es una formación que no está vinculada a una universidad. De hecho, está vinculada a un colegio profesional.

Ana Mombiedro es experta en Neuroarquitectura y «conquense de pura cepa, hermana de la Hermandad de San Pedro». Reside actualmente en la ciudad de Cuenca tras dejarla en el año 2004 «cuando me fui a Madrid a estudiar Arquitectura y terminé en Finlandia, donde estuve trabajando también. Después estuve en China, en la República Checa y la última estancia internacional la hice en Estados Unidos. Estuve en Nueva York tres años hasta que volví a España y ahora, de hecho, vivo de nuevo en Cuenca donde trabajo online».

La docente conquense define la Neuroarquitectura como «un ámbito de investigación científico que utiliza metodologías de las neurociencias y de la psicología para estudiar el impacto que el espacio tiene en las personas. A día de hoy, sobre todo desde la pandemia, ha cobrado mucha importancia porque se está empezando a cuantificar el impacto que diferentes espacios tienen las personas y se está relacionando con el ámbito de la salud». Publicó el libro «Neuroarquitectura, aprendiendo a través del espacio» que lleva 3.500 copias vendidas donde se explica la relación entre arquitectura y la neurociencia. «Me interesan especialmente las variables que tienen que ver con la salud de las personas. Cómo el impacto que el espacio puede mejorar la salud o empeorarla. Y eso, al final, sí que tiene un impacto económico porque son más o menos personas utilizando hospitales por cardiopatías o por enfermedades respiratorias».

Bienestar integral

Mombiedro destaca como elemento central que «hay un denominador común en todas las personas, independientemente de la cultura que sean, que es el contacto con la naturaleza. Esto siempre ayuda a favorecer el bienestar fisiológico, cognitivo y socioemocional, que son las tres esferas de bienestar con las que trabajamos en neurociencia aplicada a la arquitectura. A raíz de ahí, hay que buscar maneras no de estandarizar sino de personalizar el espacio que habitamos». La docente señala que «de hecho, por eso nos hemos venido a vivir aquí, a Cuenca. Porque es una de las grandes cualidades que tenemos en Cuenca».

Ante la pregunta ¿Es más caro hacer una casa o una vivienda acorde a la neuroarquitectura o hacerla convencional? no duda en señalar que «No, para nada. Un profesional que tiene conocimientos en arquitectura y en neurociencia y en psicología puede dar estrategias de diseño específicamente dirigidas hacia el bienestar. Pero no es algo necesariamente más caro. Sí que tiene un impacto en la calidad de vida de las personas, porque al final se están teniendo en cuenta variables que tradicionalmente no se tienen en cuenta. De hecho, yo te diría que es más barato, porque te va a ayudar a que el edificio se comporte mejor a nivel térmico, a nivel de sonido…»

Ana precisa que «realmente el trabajo está en conocer a la persona, en cómo hacemos las entrevistas, en cómo hacemos los focus groups, cuando son grupos de personas más grandes o en cómo seleccionamos los artículos de investigación que nos arrojan luz sobre las relaciones que el espacio tiene con la persona. En mi caso, yo me dedico al diseño de espacios para el aprendizaje. El potencial lo tengo realmente en entender las metodologías que se utilizan en el aula o en el espacio de aprendizaje para que esté el propio espacio de servicio a que las necesidades sean cubiertas».

Reconoce que la nominación «ha sido una enorme alegría sobre todo porque creo que es una demostración de cariño de mis estudiantes hacia mí . Y eso, para mí, ya es un premio en sí mismo. Creo que también es una oportunidad muy bonita para la disciplina que imparto, aunque no soy la única profesora en España, pero sí es verdad que soy la que más tiempo lleva porque las formaciones pues empecé haciéndolas cuando todavía nadie tenía un interés en todo esto pero cada vez son más las personas que nos dedicamos a ello y mi nominación puede servir para ayudar a dar visibilidad a estas personas».