Red de Calor de Cuenca sigue extendiéndose por toda la ciudad ofreciendo la oportunidad a los vecinos que estén interesados de conectarse al servicio energético sostenible procedente de la biomasa extraída de los montes de la provincia.
La astilla de madera se convierte en energía en la central, que circula bajo las calles de la ciudad en forma de agua caliente a una temperatura de 90 grados centígrados, y llega hasta las comunidades de vecinos con calefacción centralizada. “REBI se encarga de introducir la energía en la sala de calderas de los edificios que quieran adherirse a través de una obra menor, una vez en la sala el equipo que instalamos hace el trasvase térmico de forma automática, un trabajo muy sencillo”, explica el responsable comercial del proyecto en Cuenca, Roberto Gómez.
Así lo han podido comprobar los vecinos de la comunidad de propietarios de Castilla-La Mancha número 9, un total de 44 viviendas. Han sustituido el gas que usaban hasta ahora para calefacción y agua caliente sanitaria por la energía térmica de biomasa.
“De esta manera no sólo registran un ahorro en la factura de la comunidad sino que el ahorro también se traduce en el cuidado del medio ambiente, en concreto estos vecinos dejan de emitir desde este momento 124 toneladas de CO2 a la atmósfera, cada tonelada suma para hacer de Cuenca un ejemplo de ciudad sostenible que contribuye al desarrollo de la economía circular, en este caso en el sector de la bioeconomía”.
Insiste Roberto Gómez en que “los vecinos que están recibiendo nuestra energía no han notado el cambio de su sistema antiguo al actual, y es que el agua de su edificio se calienta de otra manera, nada más, al margen de que se acaban los ruidos de las calderas y los riesgos que entrañan los combustibles gaseoso”.
La estabilidad en el precio es la clave principal que ayuda a los vecinos a conectarse, “ofrecemos contratos a largo plazo, sin depender del precio del petróleo, gas, ni de oscilaciones del dólar. Además, ofrecemos una gestión integral de la instalación. Mantenimiento y garantía de los elementos nuevos instalados. Mantenimiento preventivo de la sala de calderas actual según el RITE. Y por supuesto, rendimientos optimizados y eficientes de las instalaciones. Se evita el coste de cambiar las calderas actuales por otras nuevas porque no se produce desgaste”, sentencia Gómez.