Luis Moya Romero destila entusiasmo desde que ha sido designado como cartelista de la Semana Santa 2025. Como fotógrafo y nazareno de Cuenca asume con ilusión y confianza un reto para el que tiene el primer paso, y casi fundamental, dado. Asegura que tiene decidida la foto que protagonizará el cartel con el que quiere «que todo el mundo se sienta idntificado». Consciente del elevado nivel de los fotógrafos y de las fotografías de la Pasión conquense, no duda en aplicar humildad y reconocer que no se va a salir de la senda que le ha permitido llegar a este punto. No será un cartel de ruptura sino el de un nazareno de Cuenca vinculado a todas las hermandades conquenses de una manera u otra.
Horas después de ser designado cartelista, imagino que ya te habrán pasado multitud de ideas por la cabeza para lo que será el cartel de la próxima Semana Santa…
Sabes lo que pasa, que con los medios que tenemos y con tanto tiempo haciendo fotos, haces muchísimas fotos y, además, es que hace mucho tiempo ya tenía la idea. Entonces, ya lo tengo en mi cabeza. O sea, lo que es la imagen, claro, luego habrá que ponerle la tipografía, habrá que dejarlo bien en proporción, encuadrarlo, pero la foto ya está hecha. No es que sea una ventaja pero bueno…
¿Te quitas un peso de encima?
Sí, es que lo sentía mucho. Era lo que quería plasmar desde siempre. Quería con esa imagen demostrar o hacer ver a la gente, ya no solo de Cuenca, sino a alguien que sea de Valladolid, de Málaga, de Madrid… que diga: eso es la Semana Santa de Cuenca. Claro, tú tienes que ir en concordancia con las letras o con la forma de ponerlo. Que no haga esforzarse a la gente para preguntarse ¿Ésto qué es? Siempre he visto que esa imagen puede demostrar o puede enseñar la Semana Santa de Cuenca desde el primer segundo que se ve.
¿Nos puedes dar alguna pista de por dónde va a ir el cartel?
Bueno, ahí nos lo vamos a guardar un poquillo porque si no… Me encantaría decirlo porque cuando hago cualquier cosa, sobre todo una cosa tan sentida, pues me gusta compartirlo. Lo que pasa es que siempre puede cambiar o te puede influir. Obviamente, sé que a todo el mundo no le va a gustar y voy a intentar que en vez de 50-50, que sea un 85 ó 90 por ciento a favor aunque siempre habrá gente a la que no le guste. No quiero que me influyan y estar estos meses mal. Sé que a través de mi fotografía o como he visto siempre a través de la cámara pues a la gente le ha gustado, de una forma muy neutral, sin irme para un lado ni para otro y sin llamar la atención a malas.
«Sé que a todo el mundo no le va a gustar y voy a intentar que en vez de 50-50, que sea un 85 ó 90 por ciento a favor»
Siendo nazareno y de Cuenca, sabes que el cartel de Semana Santa es muy debatido, muy analizado… ¿Miedo, respeto, precaución…?
No, sabes lo que pasa, que cuando estás seguro y cuando sientes algo…primero estás seguro. Mi trabajo lo he enseñado y siempre me he llevado un tanto por ciento muy, muy positivo de opiniones.. Y como no me voy a salir de ahí, no quiero inventar, no quiero ahora llamar la atención de otra forma, va a ser mi forma de verlo, como siempre. Entonces, no tengo miedo. Es decir, incluso tengo ganas. Si fuese por ejemplo mañana la presentación, me gustaría. No es por creérmelo ni nada sino porque lo hago con el cariño ese que creo que a la gente le va a llegar.
Por lo que dices imagino que no va a ser un cartel de ruptura, heterodoxo.
No, va a ser una cosa muy sencilla y a la vez con algo un poco novedoso dentro de lo que es la fotografía pero no va a tener ninguna cosa que rompa ni nada. Lo que quiero es que la gente se identifique y que diga es que he visto tantas veces esta imagen, me transmite tanto, demuestra lo que es nuestra Semana Santa… porque lo que sí que quiero a través de la imagen y lo que sí que voy a plasmar es que esté todo el mundo representado ahí. Eso sobre todo.
¿Cuándo tienes pensado ponerte con ello y qué plazo te has dado para terminarlo?
Hablé ayer con la Junta Directiva de la Junta de Cofradías y me dijeron que en estos días ya nos siguieron poniendo al día. Lo que me marquen. Cuanto antes lo haga, sobre todo porque pueda disponer la Junta de Cozadillas y pueda hacer lo que quiera con él. Y dar las facilidades, igual que a mí me están dando todas las facilidades, me están mostrando el cariño, que está mostrando todo el mundo.En cuanto me digan, yo estoy a su disposición a tope.
¿Es la primera vez que te presentan para cartelista o ya habías ‘nominado’ en otras ocasiones?
Sí, sí, es la primera vez. Claro, te sientes súper querido porque es que compañeros míos que son buenísimos haciendo fotos como Alejandro Simón, como Julio Palencia, David… tienen varias veces y no pueden salir, por una cosa o por otra, se lo merecen igual o más que yo. Había gente muy buena como Pedro Romero, que yo lo admiro un montón, me encanta su pintura, y que haya podido salir es increíble, es una sensación súper buena.
El nivel está muy alto, Luis. Eres fotógrafo y lo sabes. Hay muy buenos fotógrafos de la Semana Santa en Cuenca y se han hecho muy buenas fotografías de la Semana Santa….
Por supuesto, por supuesto. No me canso nunca cuando hay un concurso o cuando hay publicaciones a través de las redes sociales y demás. Tenemos acceso mucho a ver lo que hace la gente. Y, de verdad, hay imágenes súper emocionantes, cómo lo plasman, cómo lo ven, el tiempo que se dedica. Porque en el tema de las fotografías de Semana Santa para conseguir esa imagen hay que esforzarse, hay que estar mucho tiempo, hay que estar de pie en la calle toda la procesión… y hay gente muy, muy buena.
Y también hace falta una una pizca de suerte también a veces. La misma foto, en el mismo sitio, en la misma procesión, no tiene nada que ver si es al principio de la procesión y al final de la procesión, si se han abierto o cerrado las nubes…
Exactamente. No es la misma. Uno de las virtudes o de las características que debe tener un fotógrafo de Semana Santa es la paciencia. Y sobre todo esa creatividad en milésimas de segundo que se te genera y saber plasmarla. Puedes tener el mejor equipo, los mejores objetivos, pero si no tienes ese corazón que hay que ponerle sobre todo a este tipo de fotografía, no puedes sacarlo.Hay una relación sentimental, de paciencia y tal, grandísima.
«Va a ser muy sencillo y con algo un poco novedoso dentro de lo que es la fotografía pero no va a tener ninguna cosa que rompa»
El cartel, ¿En blanco y negro o en color?
Pues eso sí que te lo puedo decir: no lo sé. Me gusta mucho la fotografía en color y creo que es más difícil en color que en blanco y negro. Blanco y negro lo que pasa es que impresiona mucho, los colores se contrastan y a nivel visual el ojo parece que te llama. Pero el color siempre tiene ese realismo que muchas veces es muy difícil sacarlo. Y entonces es, no como una dificultad más que quiero poner, pero sí, mostrar como yo lo veo. Veo muchísimo la fotografía en color porque es la realidad. Pero no lo sé, no lo sé. Lo que sí que es verdad que voy a hacer es poner la que creo que más vaya a transmitir. Igual que yo tengo mi forma de verlo y no me voy a salir de la fotografía pero el cartel lo quiero hacer para la gente. Soy una persona normal que me ha tocado este honor y lo voy a hacer hasta el último segundo para la gente.
¿Te consideras más fotógrafo-nazareno o nazareno-fotógrafo?
Me parece genial la pregunta. Tengo un sentimiento muy grande por una de las hermandades, de la Amargura. Fotos de Miércoles Santo tengo poquitas, por no decir creo que ninguna porque estoy en la procesión. Ahí no puedo llevar la cámara pero, sin embargo, los días tanto de antes como después he tenido la oportunidad. Tengo hermandades geniales por familia, podía haber sacado el Descendimiento, la Borriquilla pero lo vivo tanto y de fotógrafo que me es imposible salir de la procesión. Hombre, algún año, por ejemplo, el Descendimiento, me encantaría sacarlo con mi padre. En La Borriqulla tengo tantos amigos y uno de mis mejores amigos están allí, lo sacaría. Pero me puede mucho, o sea, es una combinación muy fuerte, es un contraste como el blanco y el negro. O sea, el Martes Santo no puedo salir porque quiero estar con la cámara y el Jueves Santo, pero sin embargo el Miércoles Santo…
¿A cuantas hermandades perteneces y en qué procesiones sueles salir o te gusta salir?
Siempre he sido de tulipa hasta que tocas el banzo por primera vez, es que es la sensación que hemos tenido todos. No sé si llevaré 23 años sacando La Amargura y ya no he vuelto a salir con la tulipa. Me ha llamado mucho la horquilla. Y de hermanades pues soy del Domingo de Ramos, del Martes creo que soy de todas, del Miércoles también de El Huerto, que me encanta. Ahí sí que he salido, ese también lo he sacado un año que le tocó a mi hermana de turno, que me lo cedió. Y bueno, de la Cena, del Jueves, del Ecce Homo de San Gil, de la Soledad del Puente, del San Juan, de Jesús Nazareno de El Salvador… Y no lo soy por hecho de apuntarme, no. Es que todas tienen sus sentimientos, o sea, su momento. Todas tienen sus sentidos. También por la amistad que tengo, esos amigos que quieres ayudar.
¿Habrás recibido una gran cantidad de felicitaciones desde el primer momento en que se supo que serías el cartelista?
Ha sido, de verdad, lo que más me ha impactado. Estoy muy emocionado con las muestras de cariño de la gente. Cuando pasa una cosa de estas, y sobre todo en nuestro mundo semanasantero…pero es que la felicitación ha ido muy sentimental. Se ha notado que ha sido con cariño, no de decir, venga, voy a felicitarlo y ya está. Ha sido abrumador, de verdad. Estoy súper agradecido a la gente.