El servicio de Salud Mental de la Gerencia del Área Integrada de Cuenca, dependiente del Servicio de Salud de Castilla-La Mancha (SESCAM), ha incorporado la Estimulación Magnética Transcraneal (EMT) a su cartera de prestaciones para el tratamiento de la depresión resistente.
El Sescam apunta en nota de prensa que se trata de una novedosa terapia, no invasiva, que prácticamente no tiene efectos secundarios y es bien tolerada por los pacientes, y con la que se esperan conseguir unos altos niveles de respuesta clínica e incluso la remisión de la sintomatología.
La EMT consiste en la aplicación de campos electromagnéticos para estimular áreas muy concretas cerebrales y se aplica mediante un dispositivo que genera pulsos magnéticos, los cuales inducen corrientes eléctricas débiles en regiones específicas del cerebro.
La incorporación de esta terapia a las prestaciones de Salud Mental del área sanitaria de Cuenca ha sido posible gracias a la adquisición de un equipo de Estimulación Magnética Transcraneal con fondos procedentes del plan de Acción de Salud Mental del Ministerio de Sanidad y se une a los existentes en otros hospitales de Castilla-La Mancha para configurar un completo programa para el abordaje de la depresión resistente.
El jefe del Servicio de Salud Mental del área integrada de Cuenca y miembro de uno de los grupos de investigación del CIBERSAM (Centro de Investigación Biomédica en Red de Salud Mental), el doctor José Luis Santos, ha explicado que la depresión es una enfermedad extremadamente frecuente, con unos niveles de prevalencia de alrededor del 10 por ciento de la población, cuyo abordaje es complejo y en el que intervienen tanto tratamientos psicológicos como farmacológicos.
“Desgraciadamente –ha comentado- los niveles de cronicidad o de falta de respuesta son muy elevados. Se estima que una tercera parte de los trastornos depresivos mayores se vuelven resistentes, es decir, no se alcanza la remisión total, entendiendo por remisión total la recuperación del funcionamiento. Esto implica un grave sufrimiento para pacientes y familiares y entraña importantes costes sociales y económicos”.
Hasta ahora el tratamiento de la depresión resistente en el área de Salud Mental se desarrollaba a través de subprogramas como son el farmacológico con esketamina para pacientes severos que no han tenido respuesta a otros tratamientos; o la terapia electroconvulsiva, que se reserva para casos extremadamente graves.
La novedad ahora es el inicio de un tercer subprograma en el que se utilizará un estimulador magnético transcraneal.
Según ha explicado el doctor Santos, se trata de una técnica muy novedosa, de la que disponen muy pocos hospitales en España y que este año se ha incorporado a los hospitales de Castilla-La Mancha.
“Es un tratamiento extremadamente seguro y bien tolerado por los pacientes, prácticamente no tiene efectos secundarios, y con el que esperamos conseguir unos altos niveles de respuesta clínica e incluso la remisión de la patología”, ha señalado el psiquiatra, que ha añadido que en algunos de los protocolos y estudios que se manejan se indica que se han alcanzado porcentajes de respuesta superiores al 80 por ciento.
“Realmente –ha indicado- es una técnica que puede revolucionar el tratamiento de los trastornos afectivos resistentes y puede constituir una alternativa a los fármacos, aunque también se puede compaginar con los tratamientos farmacológicos”.
Los profesionales de Salud Mental han concluido ya el proceso de formación para el manejo de este equipo y a lo largo del mes de junio se van a llevar a cabo las primeras sesiones con los pacientes susceptibles de recibir este tipo de tratamientos.
Según ha señalado el jefe del Servicio, en un principio la EMT se va a utilizar para depresiones resistentes pero se espera que en un futuro puedo usarse también para otras indicaciones como el trastorno obsesivo compulsivo o las adicciones.