Por Mari Paz Martínez Millán, secretaria de Agricultura y Ganadería de la comisión ejecutiva provincial del PSOE de Cuenca.
Nuestros agricultores y ganaderos son los responsables de la producción de los alimentos de gran calidad de nuestra provincia y nuestra región, prueba de ello son las 39 Denominaciones de Calidad que hay en Castilla-La Mancha, y que nos convierten en referentes en la producción de alimentos como el queso, el vino o la carne de cordero, productos que representan el trabajo del sector primario, y que hoy estarán en la mesa de muchas celebraciones con motivo de la festividad de San Isidro, fecha señalada en gran cantidad de municipios de nuestra provincia.
Históricamente, los trabajadores del sector primario han realizado la labor de conservación de nuestros ecosistemas, manteniendo un equilibrio vital para el desarrollo de nuestro entorno a todos los niveles: agrícola, medioambiental o turístico. Una impagable labor por la que la sociedad conquense debemos estar enormemente agradecida.
Los últimos años están siendo complejos en el sector, principalmente porque no están encontrando la rentabilidad merecida en sus explotaciones. La crisis de precios derivada de la pandemia, las guerras que recorren el planeta y las condiciones meteorológicas cambiantes y, en ocasiones, extremas, han ocasionado que el precio recibido por los productos no sea el más adecuado para cubrir los costes de producción y aportar los beneficios necesarios para la viabilidad de las explotaciones.
Ante este panorama, los gobiernos han abordado con acierto algunas de estas cuestiones aprobando, como ha hecho el Gobierno de España, la Ley de la Cadena Alimentaria, que prohíbe la venta a pérdidas, y que merece un desarrollo y un cumplimiento adecuado para conseguir erradicar esa pérdida de renta que se está produciendo en nuestras explotaciones.
En esta línea, la Política Agraria Comunitaria, está cumpliendo una labor fundamental en nuestra región, ya que se prevé que antes de que finalice el periodo de pago el próximo 30 de junio, habremos conseguido superar con creces la cantidad pagada a nuestros agricultores y ganaderos en años anteriores.
A pesar de las sensaciones negativas que produce esta nueva política comunitaria, hay que resaltar que, en general, es una buena PAC, y en aquellos aspectos en los que hemos visto que no es adecuada para nuestra región, hemos logrado con mucho esfuerzo y vehemencia, flexibilizar algunas de sus condiciones para poder aplicarla en nuestra comunidad autónoma.
El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, acompañado por el consejero de Agricultura, Julián Martínez Lizán, demandaron en Bruselas la necesidad de una PAC más adaptada al territorio. Fruto de esas demandas han logrado plasmar diversos ajustes en la normativa para que se mantengan vigentes lo que resta de periodo. Se ha logrado, por tanto, una flexibilización estructural y no solo coyuntural.
Es un gran avance, aunque no suficiente, por ello, es en este sentido en el que seguiremos trabajando por una PAC más justa y adaptada al territorio, con fondos suficientes para cubrir la demanda de agricultura ecológica y unos mecanismos de mercado que reflejen la necesidad de cláusulas espejo en los intercambios de mercado. Todo ello, sin dejar de escuchar, como hemos hecho hasta ahora, a las organizaciones profesionales del sector, uno de los compromisos más importantes del Gobierno regional.
Hoy toca celebrar el gran trabajo que realizan nuestros agricultores y ganaderos, y volvemos a reiterar nuestro compromiso con todo el sector, podéis estar seguros de que vamos a seguir trabajando, aquí y en Bruselas, para que se escuche al campo de Castilla-La Mancha, para que no se pierda la alegría, la esperanza y la capacidad de lucha que siempre lo ha caracterizado.