El Socuéllamos vence por 2-1 al Conquense y enfría la euforia balompédica

Los blanquinegros, irreconocibles en la primera mitad, encajaron sendos goles en el minuto 12 y 14 y no reaccionaron con la fuerza suficiente para dar la vuelta al marcador

La Unión Balompédica Conquense ha caído por 2-1 en su visita en la mañana de este domingo al Socuéllamos. Una derrota que entraba dentro de lo presumible (el rival era cuarto y siempre es difícil de batir en su campo de césped artificial) pero que enfría la euforia blanquinegra de un ascenso por la vía rápida no tanto por el qué, sino sobre todo por el cómo. El conjunto serrano ha firmado uno de los peores partidos de la temporada y ha estado irreconocible especialmente en primera mitad. Ahora toca estar muy pendientes de lo que haga esta tarde el Cazalegas, el más inmediato perseguidor.

Tras un inicio con mucha igualdad y el juego muy dividido, en el minuto 12 llegó el primer mazazo. Briega remató tras cazar un balón suelto en el área tras un golpeo previo de Monroy. 1-0, tocaba remar a la contra.

Sin apenas tiempo para reaccionar, el Socuéllamos agrandó la brecha. En el minuto 14 marcaba su segundo tanto aprovechando un despiste defensivo de los visitantes. Golpeó desde lejos Juanan que pilló fuera de su área a Bernabéu tras el despeje anterior.

El Conquense estaba prácticamente noqueado, sin capacidad de reacción. Aún pudo ser peor: los locales tuvieron sendas ocasiones repletas de peligro en el minuto 25 y 31: una vaselina de Iván Hujo que se marchó desviada de la meta de Bernabéu y un disparo de Monroy que se fue alto.

Salvo una intentona de Pablo Olivares rápidamente despejada, los acercamientos eran casi una exclusiva del Socuélamos, como el doble disparo a los paros cuando se rozaba ya el descanso.

Rober Gutiérrez inició la segunda mitad con tres cambios: entraron al campo Iván Rubio, Marcos Recuenco y Fran Oller en sustitución de Adriá Parera, Fran Perujo y César Susmel. El recambio y el descanso aportaron otro aire tras la desastrosa primera mitad, pero no con el suficiente brío. Hubo algunas ocasiones de Oller, Fernández que se quedaron en el «casi», o un poco más lejos, y de vez en cuando el Socuéllamos se acercaba para meter el miedo en el cuerpo.

Hubo más cambios (se marcharon Etxebe y Yuya Yoshimura y entraron Javi Heranz y Marco Recuenco) para tratar de dar con la tecla mientras se agotaba el tiempo.

Ya en el descuento el Conquense consiguió acortar distancias con un remate de cabeza del recién entrado Herranz. Todavía hubo margen para soñar con la salvación de un punto merced a un disparo de Fernández que se marchó alto… pero no era el día. Era jornada de derrota y reflexión.