El Gobierno de Castilla-La Mancha va a realizar test de diagnóstico para conocer el estado de salud frente al COVID-19 a los más de 30.000 docentes que imparten clase tanto en los centros públicos como concertados de nuestra Comunidad Autónoma, así como al resto del personal no docente de los centros educativos. Así lo ha anunciado hoy la consejera de Educación, Cultura y Deportes, Rosa Ana Rodríguez, en una rueda de prensa en las Cortes regionales, antes de participar en varios debates educativos del Pleno.
Rosa Ana Rodríguez ha explicado que estas pruebas para detectar si alguno de los docentes pudiera estar infectado por el COVID-19 se llevarán a cabo durante los próximos meses y se realizarán antes de que se inicie el próximo curso escolar en las distintas enseñanzas educativas.
La consejera ha argumentado que “ésta es una decisión que se suma a las que ya ha tomado y a las que adoptará el Gobierno de Emiliano García-Page para garantizar un inicio de curso escolar seguro”.
Por otra parte, la titular de Educación ha vuelto a hacer un llamamiento a algunos grupos políticos para que dejen de trasmitir mensajes que puedan infundir temor e intranquilidad a la comunidad educativa. “Que tengan la seguridad de que, desde el Gobierno regional y desde la Consejería, llevamos mucho tiempo trabajando, junto a los equipos directivos, los equipos docentes y las familias, para que tengamos un buen inicio de curso escolar tanto en lo pedagógico como en lo sanitario”.
Así, en el ámbito pedagógico, se va a hacer hincapié en el refuerzo educativo, los ajustes programáticos o el plan de digitalización, entre otras actuaciones; mientras que en el campo de la higiene y salud, además de los test de diagnóstico, se están abordando otras medidas como la instalación de mamparas, el reparto de mascarillas, hidrogeles o la habilitación de espacios para que se puedan cumplir con la distancia de seguridad, entre otras, “todo ello para tener un inicio de curso seguro”, tal y como ha incidido la consejera de Educación, Cultura y Deportes.