Una vez conformado el Ayuntamiento de Cuenca emanado del 28M para la nueva legislatura, las asociaciones vecinales van planteando sus prioridades para la nueva corporación municipal. En el caso de Tiradores Bajos, la presidenta Josefina Panadero asegura que «en realidad el barrio nuestro necesita un arreglo integral, como se hizo en las 500 porque necesita renovar tuberías, barandillas… Es todo, porque llevamos ya tres legislaturas pidiendo y lo único que se ha hecho ahora es una cuarta parte de la calle de los Almendros. Y está para arreglarla entera. Ya sé que quieren hacer la segunda fase pero es que todo se eterniza. Lo suyo sería que pidieran una ayuda del Gobierno para arreglar todo el barrio como han hecho en Las Quinientas y San Antón».
La representante vecinal hace hincapié en las múltiples necesidades que abarca diferentes servicios y equipamientos. «Les pedí barandillas que estaban partidas y no las han puesto. En las calles se ha ido el firme y se ven las piedras. Centro Social tenemos el de Tiradores Altos. Lo hicieron para los dos barrios pero lo tenían que haber hecho a media altura. O sea, ni para unos ni para otros. Porque la gente del barrio no quiere subir por las cuestas que hay, la mayoría es gente mayor. He pedido en dos ocasiones un terreno que es del Ayuntamiento, a ver si nos lo quieren donar». El capítulo de limpieza también es otro de los aspectos mejorar. «Limpieza sí que tenemos pero a veces llaman los vecinos que por la parte de arriba aparecen poquito. También pedí también una fuente porque en todos los barrios hay una y en el nuestro no hay ninguna. Las alcantarillas son del año catapun. Hay una en la calle de los Azafranes con una rejilla que no es la suya y ya no la han cambiado y cada tres por dos están tropezando, aparte de la alcantarilla, es que está la calle, pues lo que te digo que está, que no tiene, ya no tiene cemento, no tiene hormigón. El tema de tuberías… desde que Andrés Moya hizo las calles ya no se ha vuelto a hacer nada. Y entonces no serían todas nuevas, ya habrían algunas antiguas entonces»
El estado de las calles también preocupa a los vecinos de la zona. «Cuando estuvo Ángel Valiente, el presidente anterior a mí, y voy a hacer doce años, sí que adoquinaron una calle, pero es que es un trozo de la calle del final del cerro. No deben saber que hay bocacalles, en las que vive gente y que no están arregladas. Hemos estado pidiendo que arreglaran unos baches dos años, se ha muerto el hombre y no los han arreglado».
Por último, el tráfico sigue siendo una asignatura pendiente tras los cambios introducidos en la anterior legislatura. «El tráfico fatal porque como no hagan algo va a seguir bajando la gente porque han puesto una señal de circular solo residentes pero la gente que viene de Villa Román, la carretera de Valencia…siga yendo por ahí porque nadie les para para saber si son o no residentes. Es decir que no hay control de si son residentes o no. Ya nos dijo la policía que tampoco pueden estar ahí todo el día. No digo que estén todo el día pero un ratito a la hora del colegio para que no bajen sí que podían, que a las nueve menos cuarto eso es la M30».