La Junta de Cofradías de la Semana Santa de Cuenca se encuentra a la espera de un cantero para ‘rematar’ el esquinazo de sillares que han aparecido durante las obras que se están ejecutando. En principio, estaba previsto un saneamiento de la esquina que forma la curva entre las calles Solera y El Peso por los roces de los distintos vehículos que se habían intentado pasar por ahí, que no cabían, dado que es un paso ‘delicado’ marcado por roces de vehículos y donde han producido encajonamientos en más de una ocasión. Los trabajos supondrán un pequeño ensanchamiento de este punto crítico del Casco Antiguo aunque apenas supondrá un par de centímetros.
El vicepresidente de la Junta de Cofradías, Antonio Abarca, ha precisado que los trabajos que se están ejecutando consistían en la «restauración del esquinazo, que estaba ya muy deteriorado por los roces de los distintos vehículos que se habían intentado pasar por ahí, que no cabían. Y también el cambiar las ventanas de esa planta baja que dan a la calle del Peso para sanearlas ya que por ahí se podían producir incluso filtraciones que afectaran al edificio. Al final, aparecieron esos sillares formando esa esquina. Decidimos llamar a Patrimonio, a ver qué nos aconsejaban. Nos ha dicho que se saneara esa zona y que se descubrieran para, en la medida de lo posible, que queden a la vista». Estas mismas fuentes han indicado que el esquinazo quedará a la vista con los nuevos sillares redondeados, frente a la terminación anterior en mortero en ángulo recto.
Los trabajos de rehabilitación se encuentran en su recta final y falta el remate de la obra. «El cantero que tiene que venir es un especialista ya que la empresa no tenía. Especialistas canteros ya deben de quedar muy pocos en activo así que depende de que venga para igualar esos sillares y que quede lo mejor posible. El resto de la obra está prácticamente terminado». En cuanto a la ‘ganancia’ de espacio que puede suponer, Abarca ha señalado que «no debe ser mucho quizás un par de centímetros . De todas formas, lo importante es que la gente tenga cuidado y hagan caso a las señalizaciones de abajo. Muchas veces nosotros mismos hemos encontrado a gente ahí encajonada porque se meten en sitios donde no caben. La última fue una autocaravana inmensa que tuvo que bajar hasta El Salvador marcha atrás y dar la vuelta». Pero era inmensa, o sea, era imposible que… Luego ya las cabezas también, Antonio. No es el vehículo, es la cabeza del que lo lleva.».
El vicepresidente de la Junta de Cofradías asegura que no puede concretar el periodo de obras que resta pero estima que no será excesivo. «Ese esquinazo estaba muy feo y era una intervención que teníamos planeada antes de la pandemia. Luego tampoco hemos podido entre unas cosas y otras y ya decidimos empezar después de Semana Santa».