Cuando den las siete en punto de la tarde en la torre de San Esteban dará comienzo desde ese templo el benjamín de nuestros desfiles procesionales (tan sólo en dos ocasiones ha podido completar su estación de penitencia), el que compone la única hermandad y paso participante, Nuestra Señora de los Dolores y las Santas Marías. Desde su iglesia de origen, acompañado de tradicionales matracas y una reducida agrupación musical, orientará sus pasos el cortejo hacia la Plaza Mayor, surcando, entre otras calles, Aguirre, Las Torres, Puerta de Valencia, Solera, Peso y Alfonso VIII, con pequeño paréntesis musical en San Andrés. En torno a las diez de la noche contemplará la Plaza Mayor la última procesión que hollará su pavimento. Un miembro del Cabildo catedralicio recibirá entonces a la cofradía y le franqueará el paso a la Seo conquense, donde apenas 30 minutos después comienza la liturgia fundamental del cristianismo, la Vigilia Pascual. Se tornará entonces el llanto en alegría para celebrar la Resurrección del hijo de Dios y quedarán recogidos los capuces hasta el año venidero.
1 San Esteban– Aguirre – Las Torres – Pta. de Valencia – Alonso de Ojeda – San Vicente– El Salvador-Solera – Peso – Andrés de Cabrera – 2 San Felipe Neri – Alfonso VIII-Plaza Mayor- 3 Catedral.