Los fieles conquenses han abrazado este sábado la festividad de San Julián con una populosa visita a la ermita de su patrón. Y es que desde primera hora de la mañana y a pesar de que el frío todavía no se había retirado, han acudido en masa al bello paraje situado en mitad de la ladera norte del Cerro del Medio.
La mayor parte de los asistentes ha preferido tomar el camino a la ermita que parte desde la cantera, para regresar por el paseo junto al río; aunque también otro notable grupo prefería hacer el recorrido inverso. Algunos pocos han optado por acercarse con el coche hasta las inmediaciones del escalerón Martín del Rey, donde han aparcado para acceder al templo desde allí.
También ha habido quien ha llegado hasta alguno de los puntos de reparto del anisado pan de caridad -en la cantera y en la parte baja del escalerón- para dar la vuelta ahí y ahorrarse la empinada subida a la ermita del santo. La Asociación de Devotos de San Julián El Tranquilo, encargada de la entrega, ha repartido todas y cada una de las 9.000 unidades que han realizado este año.
En la ermita se han celebrado misas en honor al patrón a las 11:00, las 12:00 y las 13:00 horas. Tras ellas, muchos de los asistentes han optado por el almuerzo tradicional de tortilla y chorizo mientras que otros han preferido hincar el diente a un bocadillo campestre.
Función religiosa en la Catedral
La Corporación municipal, con el alcalde Darío Dolz a la cabeza, ha participado esta mañana en la función religiosa que ha acogido la Catedral en honor a San Julián, patrón de Cuenca, y oficiada por el obispo de la Diócesis, José María Yanguas, y con la participación de la Capilla de Música de la Catedral.
Un acto al que ha precedido el tradicional desfile del alcalde y concejales junto a los maceros desde los arcos del Ayuntamiento hasta el templo catedralicio acompañados por la Banda Municipal de Música. Recorrido que se ha hecho también, a la inversa, una vez finalizada la
eucaristía.
