Declaración institucional

Paco Núñez, presidente del PP de Castilla-La Mancha

Buenos días.
Estamos viviendo uno de los momentos más preocupantes de la historia democrática, un momento absolutamente excepcional. No estamos ante un debate político más; no estamos ante una discusión de izquierda frente a derecha o de PSOE ante PP. No es una cuestión menor o de relleno, estamos ante un momento crucial de la democracia.

Los que tenemos responsabilidades públicas tenemos una exigencia ciudadana, la de estar a la altura de lo que se nos pide, la de responder al interés de la mayoría, pero, sobre todo, la de no permitir el desmembramiento de nuestro país y de su orden democrático.

Y en este momento crucial, como decía antes, no vale con un posicionamiento tibio, ni con una mera declaración de intenciones que se expresa ante los medios para después no materializarla. Estamos en la obligación de utilizar todas las herramientas que otorga el Estado de Derecho. Los que, como yo, somos herederos de la Transición, que hemos nacido en Democracia, tenemos la obligación de defenderla y protegerla. Nuestros padres, nuestros abuelos, trabajaron mucho para que hoy seamos libres.

Si no damos ese paso adelante corremos el riesgo de que triunfen quienes atacan a nuestro orden constitucional y su modelo. El triunfo de Sánchez, el socialismo y sus dirigentes y socios es la derrota de la Democracia y de la España que conocemos hasta ahora. Está en riesgo 40 años de historia de nuestro país, con lo que hemos construido no podemos permitir que se rompa el régimen democrático.

En Castilla-La Mancha no somos ajenos. Nuestra región es una parte fundamental de España, somos una tierra que siempre ha estado en defensa de los intereses comunes, nos caracterizamos por estar en el centro geográfico, garantizando la unidad de nuestro país. Es por ello que nos sentimos profundamente españoles y hoy, debemos estar más unidos que nunca para evitar las tropelías que estamos viviendo.

Los castellanomanchegos no entendemos los ataques a la soberanía nacional que está acometiendo el socialismo. Atendemos perplejos a las concesiones al nacionalismo, a esa forma de plegarse a los intereses de quienes quieren romper España que está ejecutando el PSOE. Cuestiones como la reforma del Código Penal para rebajar las penas a la sedición o eliminar el delito de malversación; los indultos a los golpistas, el intento de indulto a los corruptos del PSOE Andaluz. En definitiva, serios intentos de romper España y acabar con el orden constitucional. No es un hecho concreto, no estamos frente a un momento puntual. Estamos atendiendo a una estrategia, la de Sánchez y el socialismo, que paso a paso pretende desmontar y cambiar el modelo de orden que rige España, un modelo actual de consenso democrático que está preocupantemente en peligro.

Ayer triunfó el Estado de Derecho y España gracias a la decisión y el trabajo del PP, hoy nuestra democracia ha salido fortalecida. El pasado jueves fue un día negro para nuestro país, con un intento del Gobierno de sacar adelante sus medidas a toda costa, saltándose la tramitación prevista y eludiendo los más mínimos controles parlamentarios.

Ayer la Justicia ha venido a decir que no todo vale en la política, que el Gobierno se saltó todas las líneas rojas y que este tipo de desmanes no se puede permitir en un Estado democrático.

El TC no se ha dejado influenciar por las presiones del Gobierno y ha amparado al PP. Pero ha hecho mucho más que eso: ha defendido a todos los españoles y a nuestro Estado de Derecho de la deriva autoritaria y antidemocrática de Sánchez.

Todos los poderes del Estado están sometidos a la Constitución. Esperemos que el Gobierno acate la decisión y no siga metido en esa deriva, que le ha llevado ya a calificar a los jueces de fachas con toga, a no respetar la separación de poderes y a arremeter y presionar a todos aquellos que ponen en tela de juicio su actuación.

Es inaudito que el Gobierno presionase a otro poder del Estado, intentando evitar por todos los medios que se pronunciasen sobre la cacicada que han hecho en el Congreso e incluso coaccionando a la oposición para que retirase su recurso. Seguiremos defendiendo a nuestro país, a nuestros ciudadanos, nuestras instituciones y nuestra democracia ante la deriva que está llevando a cabo este Gobierno, al que le vale todo para intentar seguir en el poder.
Yo hoy le pido a los castellanomanchegos que defendamos España desde el Parlamento Regional. Y que lo haga a través de la resolución que será votada y que vamos a plantear en este mismo escenario. Mañana yo mismo, en nombre de los castellanomanchegos, plantearé a este parlamento y a los diputados de los tres grupos políticos que cuentan con representación en él que:

  • Votemos a favor de defender nuestras instituciones, de modo muy particular y en este momento, al Tribunal Constitucional, que durante estos días ha venido recibiendo presiones y ataques directos por parte de destacados dirigentes socialistas y miembros del Gobierno de España, impidiendo cualquier tipo de injerencia legislativa que intente someter la independencia del poder judicial.
  • Votemos a favor del sentir de la inmensa mayoría de los castellanomanchegos que, a fuerza de ser españoles, rechazan los indultos a los líderes separatistas catalanes, rechazan la rebaja de los delitos de sedición y malversación en beneficio de los delincuentes que los cometieron, y los negocian con el PSOE.
  • Votemos a favor de que se impida, con el peso de la ley, cualquier consulta o referéndum que, de manera unilateral, plantee la independencia de una parte de España.
  • Votemos a favor de que el Gobierno de Castilla-La Mancha, exija al Gobierno de España que actúe con firmeza contra la reforma del Código Penal que premia a los sediciosos y malversadores, y actúe con cuantas iniciativas jurídicas o políticas sean necesarias para impedirlo.

Dicho esto, aprovecho este momento para exigir al presidente de Castilla-La Mancha que asuma de una vez que, llegados a este punto, no es momento de hablar sin votar, no es momento de titulares sin acciones. Al igual que ayer el presidente nacional de mi partido, Alberto Núñez Feijóo frenó la deriva radical de Sánchez, mañana podemos hacerlo desde nuestra región.

Lo que está ocurriendo es tremendamente grave, el PSOE de Castilla-La Mancha ya nos ha traicionado varias veces. Se ha demostrado que lo que votaron el pasado jueves los diputados de Page en el Congreso es inconstitucional y mañana se debe de decidir entre España o el PSOE.

Quiero convocar a todos los castellanomanchegos a un proyecto común que se base en la concordia, el respeto a la ley, a los derechos fundamentales de todos y cada uno, el prestigio de nuestras instituciones, donde todos podamos desarrollar nuestros proyectos políticos y vitales dentro del escrupuloso respeto al marco constitucional de una España unida y plural; donde se respeten la libertad y la justicia; donde reine el Estado de derecho bajo el imperio de la ley como expresión de la voluntad popular.