El pasado sábado 10 de diciembre se estrenó en la Fundación Antonio Pérez la ópera ‘La Caja de Luz’, un espectáculo creado en Cuenca por el compositor Manuel Millán, el libretista Gustavo Villalba y la compañía Cuenca Ciudad de Música, dentro de su proyecto Agalma.
El espacio de la fundación quedó pequeño para las solicitudes de entradas y la ópera, de menos de hora y media de duración, consiguió mantener la atención del público asistente, que mostró un entusiasta aplauso final de más de cinco minutos.
Los protagonistas vocales fueron las sopranos Carla Ortega y Alicia Sánchez en los papeles de Yael y Gloria, la mezzosoprano Amparo Zafra como Fátima, el barítono Carlos Lozano en el papel de Nepomuceno, el tenor Eduardo Ladrón De Guevara como el acólito y el grupo instrumental de Cuenca Ciudad de Música, todos ellos dirigidos por Ignacio Yepes.
Al estreno asistieron distintas autoridades, como el Delegado del Gobierno de España en Castilla-La Mancha, Francho Tierraseca; la Subdelegada del Gobierno de España en la provincia de Cuenca, Mari Luz Fernández Marín; el Alcalde de Cuenca, Darío Dolz; la Delegada Provincial de la JCCM en Cuenca, María Ángeles Martínez y la Jefa de la Unidad de Coordinación contra la Violencia sobre la Mujer en Castilla-La Mancha, Consuelo García López. El director de la FAP, Jesús Carrascosa, manifestó su enorme satisfacción por el estreno, considerándolo un día histórico para la Fundación.
Referencias y puesta en escena
‘La Caja de Luz’ es una ópera de profundo calado filosófico y que tiene diversos planos de entendimiento. Posee referencias al antiguo testamento, a la filosofía y literatura clásicas y encierra un mensaje de lucha contra la opresión y de hermandad. La puesta en escena, diseñada por Gustavo Villalba y Carlos Lozano, llamó la atención por su extremo minimalismo, enriquecido por unos impactantes efectos visuales diseñados por Kira Argounova.