Hace unas semanas las calles de Cuenca acogieron una manifestación contra la instalación de macrogranjas en municipios de la provincia. En ellas participaron los vecinos que, por diversas razonas, no apoyan los macroproyectos de explotación ganadera en sus respectivas localidades y en contra de la moratoria aprobada por el Gobierno regional para estas instalaciones que desde plataformas como ‘Stop Macrogranjas Alcarria Conquense’ califican de «engaño» y «coladero».
En la pedanía de Moncalvillo de Huete están preocupados desde que se dieran a conocer los proyectos que tienen como objetivo la construcción de una macrogranjas en las inmediaciones del núcleo poblacional de la Alcarria Conquense. A este proyecto se le suman otros dos más en terrenos de Portalrubio, en los que en total se albergarían unos 6.000 cerdos de cebo.
Hasta el momento se han llevado a cabo numerosas protestas por parte de los vecinos para instar a las instituciones públicas que velen por el entorno natural de la zona y por el conjunto de los que allí residen.
Fuentes de la plataforma ciudadana ‘Stop Macrogranjas Alcarria Conquense’ aseguran a Voces de Cuenca que la situación actual les preocupa y han puesto en marcha todos los procesos legales para intentar alejar estos proyectos empresariales de los núcleos poblacionales y sus entornos naturales más cercanos. «Hasta el momento se han dado todos los pasos que se podían dar para parar las dos proyectadas en Portalrubio de Guadamejud, que son proponer una normativa de purines bastante restrictiva y presentar alegaciones al proyecto, cosa que se ha hecho tanto desde el ayuntamiento, como desde ‘Stop Macrogranjas Alcarria Conquense’ y ‘Pueblos Vivos’ como muchísimos particulares. En Huete también ha habido movimiento y también se han presentado las alegaciones, aunque en su caso el ayuntamiento quizá podría hacer algo más modificando la normativa municipal para negar los permisos de construcción. En Portalrubio al ser un pueblo mucho más pequeño no disponemos de Plan de Ordenación Municipal propio y no podemos recurrir a eso», señalan.
Inconvenientes del proyecto
La principal alegación que desde la plataforma ciudadana hacen al proyecto es que «claramente se trata de un único proyecto dividido en tres para saltarse la moratoria que hay en Castilla-La Mancha sobre la instalación de macrogranjas de porcino. Como no se puede poner una granja de 7.500 cerdos porque necesitaría un permiso ambiental integrado, mucho más difícil de conseguir, lo que han hecho es coger tres parcelas pegadas la una a la otra y poner 2.496 cerdos en cada una (el límite es de 2.500). Pero las tres parcelas comparten el mismo pozo de agua, echan los purines en las mismas tierras, distribuyen los olores por los mismos sitios, los camiones tienen que usar las mismas carreteras», explica la plataforma, desde donde también añaden que «tienen los mismos promotores y los dueños de los terrenos son los mismos, es obviamente, una única explotación».
Igualmente, la agrupación de vecinos también ha descrito que el proyecto no se corresponde con la realidad que están llevando a cabo. «El pozo no está destinado a una explotación ganadera, por lo que se necesitaría un cambio de uso en él. Hay múltiple normativa más que no cumple el proyecto», señalan. Todo ello, según la plataforma, supondría poner en peligro al embalse de Buendía: «Buendía está a sólo 200 metros de estas tres granjas y de las zonas donde se van a esparcir los purines», recuerdan.
Además, en un ejercicio de comparación, los vecinos han puesto como ejemplo la actual situación que sufre el Mar Menor, en Murcia, donde «la concentración de nitratos ha subido por encima de determinadas cantidades. El agua de toda esa zona ya tiene unos niveles superiores a los recomendados antes de poner las granjas. Corremos el riesgo de convertir lo que antes se llamaba ‘el mar de Castilla’ en una maloliente sopa verde. Ya ha ocurrido en otros lugares donde se han instalado granjas cerca de embalses».
Respuesta de las instituciones
Desde ‘Stop Macrogranjas Alcarria Conquense’ mantienen la esperanza de que finalmente se alcance un acuerdo con las instituciones públicas que tienen competencias sobre este asunto. E instan tanto a la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha como a la Confederación Hidrográfica del Tajo para que no concedan los permisos necesarios para que «se perpetre esta barbaridad».
Sin embargo, echan en falta la comunicación con la Junta, puesto que «nadie se ha interesado por nosotros». Y añaden que «existe la moratoria y podría parecer que el gobierno de García-Page sería reaccionario a este tipo de infraestructuras, sin embargo, como se ha demostrado en este proyecto, la moratoria es un coladero y no paran de proyectarse cada vez más macrogranjas en toda la comunidad sin que se mueva un dedo desde el ejecutivo. La semana pasada el TSJCM anuló la normativa antipurines de Almendros y nadie de la Junta se ha ofrecido a dar soluciones», indican.
La preocupación que muestran con el gobierno regional también la comparten con la respuesta dada hasta ahora por el Ayuntamiento de Huete, que «jura y perjura que están en contra de las macrogranjas pero no para de dar largas a los vecinos y a la oposición para hacer un pleno centrado en el asunto donde se aborde el cambio de la normativa urbanística para impedirlo», explican.
Afección
Otra de las cuestiones que preocupa a la plataforma son los kilómetros de suelo que se verán afectados como consecuencia de las labores propias del desarrollo de la macroexplotación ganadera. Su impacto sería «brutal» y acabaría afectando a «todos los municipios que estén cercanos a Buendía. Portalrubio de Guadamejud, Huete, Moncalvillo de Huete, Valdemoro del Rey, Tinajas, Villalba del Rey, Jabalera, Garcinarro, Buendía o Gascueña están a menos de 10 km de las explotaciones. Todas estas localidades están sufriendo una fuerte despoblación, para algunas de ellas, posiblemente, esto sea la puntilla y desaparezcan en pocos años», sentencian.
