El responsable del nuevo restaurante abierto en las Casas Colgadas y la Casa de la Sirena, Jesús Segura, asegura que se siente «pletórico» en la fase inicial de un proyecto que se puso en marcha el pasado día 17 de agosto. El arranque de esta iniciativa a puesto fin a cerca de diez años durante los cuales ha estado cerrado al público el principal icono de la ciudad.
Segura ha reconocido sentirse «súpercontento. Ha sido muy positiva la aceptación, el nivel de ocupación del restaurante ha sido mejor de lo que esperábamos. Estamos viendo que el grado de satisfacción del cliente es increíble porque aparte de disfrutar de ‘Cocinamos Cuenca’ lo hace dentro de un símbolo mundial como son las Casas Colgadas. El cliente se va muy satisfecho con la experiencia».
Una de las novedades ha sido el descubrimiento de la Casa de la Sirena, hasta ahora cerrada al público. «En la Casa de la Sirena, ese espacio que ahora mostramos y que es inédito, llama muchísimo la atención cómo hemos conseguido un espacio acogedor dentro de algo que estaba denostado y que no se conocía. Estoy pletórico».
En cuanto al origen de los clientes, el chef poseedor de una estrella Michelin con Trivio afirma que «hemos tenido muchos conquenses y mucha gente de origen internacional. El público es muy variado: Sevilla, Barcelona, San Sebastián, Valencia, Méjico, Tailandia…Hay que tener el cuenta que por la puerta pasa todo el mundo».
Jesús Segura asegura que la oferta gastronómica del establecimiento será dinámica y vendrá marcada por la propia temporada. «Nosotros vamos cambiando el menú en función de la temporada. La naturaleza es la que manda los platos. Hay platos que nos duran una semana. Por ejemplo, el bledo ha durado un mes. Ya se va y vendrá otro plato. Vamos a favor de la naturaleza. Los dos menús están teniendo un nivel de satisfacción increíble. Quedarme con un sólo plato dería desmerecer a los otros».