Cáritas Diocesana de Cuenca ha dado a conocer en rueda de prensa los datos de la memoria correspondiente al año 2021. A lo largo de esos 12 meses, la organización benefició a 4.032 personas, lo que se traduciría en ayuda para más de 14.000, ya que Paz Ramírez, secretaria general, estima que la ayuda por cada persona acaba llegando a otras tres y media.
En la presentación de estos datos, el director de Cáritas Cuenca, Pedro Bordallo, ha querido recordar que «detrás de los números hay personas». Del mismo modo, se me ha mostrado satisfecho con el trabajo realizado y ha querido reconocer la labor de los más de 260 voluntarios.
A lo largo de 2021, Cáritas ha invertido en la provincia uno 2.545.328 euros. El perfil más habitual en recibir estas ayudas es mujer, de más de 45 años, y con un nivel de estudios básicos. Así ha señalado Bordallo que «el rostro de la pobreza en Cuenca es de mujer». Esta situación, han explicado, se da principalmente porque «la mujer, dentro del núcleo familiar, es la que da la cara a la hora de solicitar ayuda».
A pesar de las dificultades económicas que lastraron el primer semestre del año pasado, esta organización pudo prestar ayuda y servicios en conceptos de acción en el territorio, en inclusión social, en formación laboral, cooperación internacional, o en personas mayores, a través de Cáritas Diocesana de Cuenca, y también las 26 sedes por toda la diócesis de la provincia.
A lo largo de esta semana, la organización presentará su Semana de la Caridad, bajo el lema ‘Somos lo que damos, somos amor’. Así, la sede provincial tendrá las puertas abiertas para todos lo que quieran conocer de cerca la labor realizada. Del mismo modo, habrá una cuestación este miércoles 15, en Carretería, de 10 a 14 horas. El broche final se dará con los actos del Corpus Christi.
Preocupación por la subida de los precios
Desde Cáritas Diocesana de Cuenca se ha querido transmitir un mensaje de optimismo señalando que en los últimos meses las donaciones a la organización por parte de particulares y empresas han crecido. «La sociedad conquense puede cambiar su mundo», ha remarcado en este sentido Pedro Bordallo.
Sin embargo, también se ha señalado la preocupación por la situación que se está viviendo ante unos precios «disparados». En este sentido, Paz Ramírez ha afirmado que a pesar de que el paro ha bajado, «constatamos que tener empleo no garantiza cubrir las necesidades básicas».
«La situación es peor por la subida de precios que la vida por la COVID-19», ha avisado Bordallo, quien se ha mostrado preocupado por los meses venideros, y por la situación a la que muchas familias se verán obligadas en invierno debido a la pobreza energética, y a unos precios que no dejan de subir.