Víctor Valera es un empresario conquense de la construcción que este lunes, con la nueva fase de desescalada, ha podido volver ‘al tajo’ tras cerca de dos meses en el dique seco. Un periodo que se ha hecho muy largo pues los ingresos se frenan pero sigue habiendo que hacer frente a pagos en forma de facturas, seguros…
Valera asegura que «ya estábamos deseando volver con las medidas de protección necesarias porque teníamos muchas obras empezadas. Muchas obras se quedaron a medias con la crisis sanitaria y hay que retomarlas. Hay que trabajar». El máximo responsable de «Construcciones Hijos de Victoriano Valera» afirma que en esta etapa «estamos trabajando sobre todo reformas y ascensores». Las actuales condiciones de protección vinculadas a la pandemia no facilitan, precisamente, el trabajo en el día a día. «Es muy complicado trabajar en la constrcción con mascarilla, es muy molesto, pero es lo que hay. Con las distancias, las mantenemos pero hay faenas concretas en las que resulta difícil y hay que ir con cuidado» .
Una de las principales complicaciones se plantea en las zonas comunes de los edificios. «Son zonas de paso: rellanos, portales… donde coincidimos con los vecinos de las fincas y hay que extremar el cuidado porque es donde más reservas ponen los inquilinos por motivos de seguridad al ser la zona donde puede haber mayor riesgo».
En cualquier caso, Valera asegura que «hay que volver ya porque no se puede estar sin actividad. Nosotros somos una decena de personas habitualmente en la empresa y, como en muchas otras, ha habido que hacer un erte. Ahora estamos cinco. Hemos recuperado a dos pero estamos deseando poder recuperar a más y volver a la normalidad».