Solamente en una ocasión, 2018, pudo salir la procesión de El Duelo a la calle. Tras un debut fulgurante, inició un largo paréntesis al que, si no se tuercen las isobaras, pondrá fin por fin, valga la redundante expresión, en este Sábado Santo. El cortejo, compuesto por un único paso y una única hermandad, saldrá de la iglesia parroquial de San Esteban a las siete de la tarde con la Catedral como destino.
Entre medias, y con la banda sonora de las matracas y una pequeña agrupación musical, llevará el valiente testimonio de las leales mujeres por calles como Aguirre, Puerta de Valencia, El Salvador, el Peso y Andrés de Cabrera, entre otras. Tras una pausa musical en San Felipe ascenderá vía Alfonso VIII hasta la Plaza Mayor, que coronará sobre las diez de la noche aproximadamente. El deán u otro miembro del Cabildo recibirá a la cofradía y le invitará a que acceda al templo catedralicio, donde media hora más tarde se inicia la Vigilia Pascual. Del luto de los capuces se pasará a la blanca alegría de la Resurrección reflejada en las túnicas.