El actual estado de confinamiento, de alarma sanitaria, deja ya muchas suspensiones oficiales. Desde la suspensión de las fiestas en honor a Cristo Arrodillado en la vecina localidad de Belinchón, el cambio de fechas de las fiestas de San Juan y Santa Quiteria en Huete, la Hermandad la patrona de Tarancón, Nuestra Sra de Riánsares, ha suspendido los habituales, desde hace ya casi dos décadas, Rosario de la Aurora y misa a la llegada en el Santuario, ante la imagen de la patrona, que cada sábado del mes de mayo se venían celebrando. Este año no se llevará a cabo por el estado de alarma.
También la hermandad de los co patronos, San Víctor y Santa Corona, han acordado la suspensión de los actos que en honor de los mártires se venían celebrando tanto el 13 como el 14 de mayo en honor de los patronos, incluida la procesión con la imagen de ambos.
Decenas de primeras comuniones en ambas parroquias previstas para los fines de semana tanto en la de Nuestra Sra de la Asunción, como San Víctor y Santa Corona e incluso convento de los Padres Franciscanos, quedan suspendidas y algunas bodas previstas para mayo y junio, los contrayentes han comunicado la decisión de aplazar estos matrimonios.
Suspensiones que lógicamente en muchos casos tienen una incidencia económica importante para determinados sectores. Pero en todo caso, para todos los afectos prima la salud por encima de todo, por ello se han adoptado ya estas medidas independientemente del ritmo que pueda imponerse en el levantamiento paulatino y escolado del confinamiento.
