Diseñar moda desde Cuenca

Ante la tendencia al fast fashion y la estandarización de la ropa, en la provincia han surgido varios emprendedores que optan por tejidos naturales y métodos artesanales en diferentes sectores de la moda

Ante la tendencia al fast fashion de la industria de la moda actual, en la que prima vender por encima de la calidad de las prendas, y la estandarización de los diseños que hace que prácticamente todas las personas vistan de manera similar, el sector textil y de moda de la provincia de Cuenca presenta alternativas.

Desde ropa que se puede utilizar en el día a día a prendas de trabajo, pasando por unos tradicionales calcetines de lana o un vestido de fiesta único. La variedad de empresas que se dedican a este sector es amplia, pero hay ciertas características que las unen: muchas se centran en la economía circular, la sostenibilidad y el ecologismo; también se centran en la calidad de los tejidos para que las prendas sean más duraderas y de mayor calidad; y también es importante y destacable el factor artesanal, haciendo que prácticamente cada pieza elaborada sea única para cada persona.

Aunque a lo largo de toda la provincia pueda haber más emprendedores de este estilo, es el caso de Victorina (Las Mesas), Boyhood Permaculture Garments (Rubielos Altos), Señorito Ortega Atelier y ColgadasQNK (ambas en Cuenca capital).

Victorina

Álvaro Robles, trabajador en Parra Jiménez, de Las Mesas, creó Victorina a finales de 2023 por dos motivos. Primero, por retomar el legado de su abuela, Victoria Moreno, tejedora conocida más allá de su localidad por la calidad de sus chalecos en la segunda mitad del siglo XX; y, segundo, al ver que la lana ha pasado de ser “casi un tesoro a un subproducto” que, cuando no puede comercializarse, pasa a utilizarse como compostaje.

Pues, justamente, Robles envía la lana de las ovejas de la Ganadería Parra Jiménez a Mota del Cuervo, donde la empresa WoolDreamers, una de las ganadoras de la pasada edición del concurso Integra 4.0 de la Diputación, crea el hilo natural con certificado GOTS (Global Organic Textil Standard, o certificado de producto orgánico), y con tintes también naturales y biodegradables elabora estos calcetines.

La idea de Robles es, a mediados de verano, poder utilizar talleres de la provincia para crear también jerséis de lana, justo antes de la temporada de otoño e invierno.

“Está diseñado para que dure y sean atemporales, como se ha hecho toda la vida”, explica Álvaro Robles. De momento los calcetines (y, en el futuro, los jerséis) solo están disponibles a través de la tienda online. Eso sí, en el ámbito local de Las Mesas y a través del boca a boca, también se hace negocio.

Boyhood Permaculture Garments

Boyhood Permaculture Garments es un proyecto de Samuel Cerrudo en Rubielos Altos. Tampoco produce en serie, si no que son prendas únicas utilizando tejidos y técnicas extraídas del boro japonés de los siglos XVII y XVIII. En cualquier caso, siempre con tejidos naturales para “apelar a la salubridad, a la sastrería, al reciclaje y a la individualidad del cliente”, explica Cerrudo.

Chaquetas blazer, pantalones denim… en general, cualquier pieza prêt-à-porter (ropa de calle) con tejidos tanto importados como, y aquí entra la parte del reciclaje, con retales de prendas adquiridas en mercadillos o descartadas por su mal estado en ONGs. Boyhood la recupera, separa los tejidos naturales y los utiliza para crear sus piezas. Esto, aparte de dar durabilidad a los tejidos y una nueva vida a las prendas, también genera que ningún peto (por ejemplo) sea ni parecido a otro.

Pero no queda ahí. El proyecto también cuenta con una cuenta en la plataforma Vimeo en la que se suben fashion films en las que se explica el concepto de cada colección de moda con un cortometraje. Y, tal y como se explica en su cuenta de Instagram, también se llevan a cabo otras actividades, todas relacionadas con la naturaleza y la sostenibilidad. La última de ellas, por ejemplo, un curso de apicultura en el mes de mayo.

Señorito Ortega Atelier

En un sector más concreto, el de los vestidos de novia y de fiesta y los tocados, se especializa el taller Señorito Ortega, con Eduardo Ortega, Camilo Triana y Isabel García-C. Vallbona, situado en el centro de Cuenca capital.

El atelier surgió, como el propio Ortega explica, “de casualidad”: en mayo de 2022 una amiga le encargó que le diseñase el vestido para su boda, y quedó tan satisfecho con la experiencia que decidió emprender. Poco a poco han ido aumentando el volumen de pedidos hasta que, por ejemplo, en este 2024 llevan a 20 novias “y no sé ni cuántas invitadas y madrinas”, reconoce Eduardo. Eso sí, se mantienen siempre en un volumen suficiente para poder trabajar con “personas con nombre y apellidos, no con números”, pudiendo pararse a escuchar las necesidades, gustos e historia de cada mujer.

“Me gusta mucho jugar con la ilusión de la mujer en ese gran día, aunque lleve mucha dedicación y trabajo”, explica. Además, el mercado femenino porque es “más creativo, permite crear, jugar con los volúmenes, las texturas y los colores”. Trabajan con telas naturales y sedas, entre otras, que, en general, importan desde Madrid, Sevilla, Barcelona e, incluso, desde Italia.

En cualquier caso, Ortega tiene claro en lo que se basa su trabajo: “Líneas sencillas, un buen patronaje, detalles en los vestidos, costuras y acabados hechos a mano y cortes elegantes”. Y eso ha hecho que su negocio no se quede solo en la provincia de Cuenca. Han trabajado con novias de Toledo, Galicia, Madrid y Alicante.

ColgadasQNK

Vanesa Cano y Eva Sáez comenzaron con ColgadasQNK como hobby, diseñando y serigrafiando camisetas para sus amistades. Pero en junio de 2022 decidieron dar el paso y oficializaron la marca, para dedicarse a ella a tiempo completo y de manera profesional. Y, aunque no son de Cuenca (provincias de Toledo y Albacete, respectivamente), se establecieron en la ciudad e incluso utilizaron su nombre para la marca.

No elaboran sus prendas, si no que las adquieren de proveedores que cumplan ciertas características, como que sean de comercio justo, que utilicen algodón orgánico y, si hay poliéster, que sea a partir de plásticos reciclados. También utilizan telas recicladas para las etiquetas, e incluso cuando las mascarillas eran más comunes, reutilizaban las gomas para atar las etiquetas de cartón que quedan por fuera de la prenda.

Lo que sí hacen ellas, debido a su formación artística, es crear los diseños y serigrafiarlos. Han utilizado figuras de mujeres de la mitología como Medusa, Hécate o Lilith, en su línea ‘QR’ utilizaban estos códigos que llevaban a cuadros famosos, ahora trabajan con juegos de palabras y expresiones (como “pero de tranquis” o “to’ rallao”) o el propio nombre de la marca.

Todo esto hace que no sean prendas estandarizadas, si no una suerte de “ediciones limitadas” y exclusivas, en lo que, explican “no es solo ropa, es lo que va más allá. Compras el trabajo que hay detrás a nivel artístico, social y ecológico”. Aunque, eso sí, también reciben encargos para serigrafiar logos de empresas o para peñas, siempre con los mismos materiales.

Aunque su venta es sobre todo online, colaboran con alguna tienda del Casco Antiguo para vender sus productos. Además, al tener su local en el Centro de Empresas, también es una opción ir hasta allí para comprobar las tallas y los materiales. Si no, también se mueven por ferias de ropa y artesanía, la última de ellas hace pocos días en Lisboa, Portugal. Y, por último, el local en el Terminillo lo utilizan actualmente para desarrollar un taller de arcilla, al que no es necesario haberse apuntado desde el principio, si no que cualquier interesado puede ir.