Sonsoles Ónega homenajea a Coll, Perales y Raúl del Pozo en su pregón de la Feria del Libro

La ganadora del Premio Planeta fabuló en su texto sobre cómo sería una estancia de Don Quijote por la Cuenca actual

La periodista, escritora y ganadora del Premio Planeta en 2023, Sonsoles Ónega, ha abierto la edición 2024 de la Feria del Libro Cuenca Lee con un pregón en el que se ha rendido a los grandes nombres conquense como José Luis Coll, José Luis Perales, Mari Carmen y sus muñecos o Raúl del Pozo. La presentadora de Atresmedia ha reivindicando “la felicidad de la lectura” y ha defendido que habría que celebrarla “al menos una vez al mes”, elogiando la figura de los libreros definidos como “doctores del alma” a los que quiso mandar todo su cariño.

Un pregón en el que estuvieron presentes el alcalde de la ciudad, Darío Dolz; la diputada y concejal de Cultura, María Ángeles Martínez; la delegada de la Junta en Cuenca, Marian López, entre otros representantes locales y provinciales.  

La pregonera comenzó señalando que sus palabras iban cargadas de la emoción que es el lenguaje universal y logró ganarse con ellas a las más de 300 personas que se acercaron a la Plaza de España (finalmente el acto no se trasladó a Aguirre pese a lo anunciado inicialmente) para escucharla comparar el honor del pregonar Cuenca Lee con ganar el Premio Planeta, “dos cosas que hay que saborearlo mucho porque sólo ocurre una vez en la vida”.

Sus palabras estuvieron cargadas de referencias a la ciudad y la provincia y que hiló «corrigiendo el error de Cervantes de no hacer viajar a su personaje más ilustre, Don Quijote, por esta tierra», por lo que imaginó lo que hubiera sido su paso por la Cuenca actual disfrutando de los locales más conocidos y deleitándose con su gastronomía o compartiendo una corrida de toros en la Feria de San Julián con Hemingway. También fabuló cómo el hidalgo manchego se habría entretenido con Félix Sanz Roldán conversando de secretos de reyes y amantes o acudiendo a Belmonte para pedir consejo a Boticaria García.

Terminó la pregonera agradeciendo a Cuenca por cuidar tanto de su feria del libro e instando a seguir haciendo de ella “un ejemplo de verdad”. A pesar de su faceta televisiva, animó a no dejarse seducir por las series y los móviles e invitando a los presentes a volver la mirada a la estantería. A cambio, se comprometió a llevar el buen nombre de la Feria del Libro de Cuenca, sus libreros y sus lectores allá donde ella esté. “En Cuenca uno puede perder la vista pero no la mirada, uno puede perder el aire pero no la bocanada, uno puede perder la cabeza pero no la palabra. Por eso yo quisiera ser libro para quedarme siempre en Cuenca”, concluyó Sonsoles Ónega entre una larga ovación.

Un emotivo pregón que elogió la diputada de Cultura quien señaló la emoción de sus palabras, su cercanía y las referencias a una tierra que conoce bien con la que logró ganarse a un público con el que se mostró en todo momento cercana y accesible.

Martínez subrayó también el alivio porque la meteorología respetara la primera tarde de la feria «en un ambiente insuperable» donde fueron centenares de personas las que acudieron en las primeras horas con largas colas para las firmas de ejemplare y en todas la casetas “y donde los libreros están vendiendo mucho que es de lo que se trata”.