Cuenca, muy presente en una gran exposición del Museo del Prado en la ciudad más poblada de China

La muestra, que reúne 73 piezas del centro madrileño en Shanghái, está comisariada por el conquense Pedro J. Martínez Plaza y muestra un cuadro sobre la Hoz del Huécar y otro sobre Julián Romero

Vocesdecuenca / J.J.D.

Desde esta semana y hasta el próximo 1 de septiembre 73 obras del madrileño Museo del Prado se exponen en China, concretamente en el el Museum of Art de Pudong (MAP), ubicado en Lujiazui, en el distrito de Pudong (Shanghái). Titulada como “Ages of Splendor. A History of Spain in the Museo del Prado”, representará para el público chino una oportunidad sin precedentes de disfrutar de una selección de sobresalientes piezas, entre ellas 3 Grecos, 4 Velázquez, 6 Rubens y 8 Goyas.

Una exposición que está comisariada por un conquense, Pedro José Martínez Plaza, que es conservador del Área de Pintura del Siglo XIX en el Museo del Prado. «En ella «Cuenca tiene un protagonismo especial, dado que, entre otras motivo nací y me críe en Cuenca y me parecía oportuno que dentro de la selección hubiera al menos dos obras claramente vinculadas a Cuenca y su provincia», explica a Voces por correo electrónico.

Una de estas obras es ‘Julián Romero y su santo patrón’, un óleo sobre lienzo atribuido a un seguidor de Doménicos Theotocopoulos ‘El Greco’ y fechado entre 1612 y 1618. «El retratado aparece revestido con el hábito de caballero de Santiago, arrodillado y orante. A su lado, de pie e igualmente elevando la mirada hacia lo alto, un caballero armado que, con dudas, puede ser reconocido con san Luis, rey de Francia, espejo en la época del soldado cristiano. En una de las caras del basamento puede leerse una inscripción que identifica al santiaguista como Julián Romero, el de las Hazañas (ca. 1518-1578), un valeroso soldado que alcanzó primero el grado de capitán de los Tercios y luego el de maestre de campo, además de ser varias veces comendador de Santiago. Fue uno de los artífices del triunfo de Felipe II en San Quintín (1557), y participó en importantes campañas en Holanda, junto al duque de Alba, y en Italia», señala la web oficial del Museo del Prado.

La inscripción mantiene un error importante sobre el personaje, pues le hace nacido en Antequera (Málaga), cuando el nacimiento de Julián Romero, de orígenes paternos vizcaínos, se produjo la provincia de Cuenca, probablemente en Huélamo. Estaba vinculado familiarmente con Torrejoncillo de Huete, el actual Torrejoncillo de Huete.

Martínez Plaza destaca que en el texto del catálogo se cuenta de China se cuenta el origen conquense de este cuadro si bien en la cartela no había espacio para hacer esa indicación.

Sí que se detalla más esa conexión conquense en otra obra, ‘Las Huertas (Cuenca)‘, pintada en 1910 por Aureliano de Beruete y Moret. La pintura refleja el paisaje de la Hoz del Huécar. «He querido que la exposición se cerrase con esta obra, como una especie de invitación a visitar España. Además, este paisaje cuenta con cartela especial, y en ella se describen algunas características de nuestra ciudad», indica el comisario. Shanghái es con casi 30 millones de habitantes la ciudad más poblada de China y la tercera del mundo.

El Museo del Prado, en su portal oficial, explica que durante su visita a Cuenca en el verano de 1910, Beruete se interesó especialmente por esta parte de la ciudad que asoma al río Huécar. «El punto de vista muy bajo permite mostrar la fertilidad de esa zona de huertos y subrayar al mismo tiempo la singularidad de la arquitectura urbana, donde destaca el convento de San Pablo, a la izquierda».

La exposición

La exposición de tierras chinas está articulada en torno a diferentes relatos y ofrece discursos complementarios. A través de las once salas, el visitante podrá conocer la evolución social y política de España durante más de cuatrocientos años, desde el reinado de Carlos V hasta los inicios del siglo XX, gracias también a los diferentes recursos didácticos, como líneas del tiempo y árboles genealógicos. También se presta especial atención al desarrollo de determinados géneros como la mitología, el bodegón y la pintura religiosa, cada uno de los cuales ocupa salas específicas, destacando la dedicada al desnudo, que evoca la Sala Reservada que existió en el Prado durante sus primeras décadas de andadura.

Esta muestra se completa con el préstamo de la Mona Lisa, en una sección especial denominada In Focus: esta presentación permite conocer la historia del cuadro desde el siglo XVIII –cuando se encontraba en las Colecciones Reales- hasta su restauración en el Prado en 2011. Su préstamo se suma al de las otras 69 pinturas y se completará con 3 obras sobre papel -también del Museo- que muestran el estado de la Mona Lisa antes de 2011.