Comienza la recuperación de la fachada de Las Concepcionistas, que reparará los daños del incendio y el tiempo

La restauradora Mar Brox explica que ctualmente se está trabajando en las partes que se habían fracturado y que tienen peligro de desprendimiento

Los trabajos de intervención urgente continúan en la portada del convento de las Concepcionistas de la Puerta de Valencia. Actualmente se está trabajando en las partes que se habían fracturado y que tienen peligro de desprendimiento.

Así lo ha confirmado Mar Brox, la restauradora al frente de estos trabajos, en una entrevista con Voces de Cuenca. Brox explica que esta intervención comenzó a principios de mes y que «había piezas y volúmenes que podíamos perder tras el incendio, porque el fuego había causado daños muy importantes».

«Sobre todo la mitad izquierda de la fachada cogió mucha temperatura y, al enfriarse rápidamente, surgieron muchas fisuras y fracturas y se podían desprender elementos», afirma, y añade que «algunos de ellos ya los perdimos».

Por ello, asegura que se están revisando todos los volúmenes y, los que tienen este riesgo «los estamos retirando, consolidando y volviendo a poner en su posición», además de coser piezas e inyectar mortero para fijar los elementos y rellenar huecos.

Todo este proceso, que durará varias semanas, comienza con el siglado de los elementos (es decir, se numeran para identificarlos), después se fotografían, se vigilan, se retiran con control, se consolidan por la parte trasera porque el material está arenizado y, después, se coloca de nuevo con resinas.

En cuanto a la portada en sí, Brox explica que la portada «ya tenía una fase avanzada de deterioro, pero con el fuego la degradación ha sido mucho más rápida». Por ello, y aunque se haya tenido que actuar de urgencia, «ya se ha atajado una restauración íntegra, que se necesitaba».

Por ejemplo, es el caso de la parte superior del friso, donde el fuego no llegó pero el paso del tiempo ha hecho que ciertos elementos se deterioren, se redondeen perdiendo su forma original, e incluso se separen ligeramente de la fachada. Esos elementos, que son conocidos y se pueden recuperar, son los que se van a restaurar (aparte de los dañados por el fuego).

«Tendremos que recopilar documentación histórica para ver qué partes de volumen con labra escultórica se pueden recuperar», explica Brox. «Prácticamente el friso y todos los volúmenes escultóricos los tenemos bastante estudiados y simplemente se reintegrarán aquellos que permitan la correcta lectura del original», añade.

Eso sí, habrá otros que no se recuperen. Esencialmente los que se han deteriorado por el paso del tiempo. «Si tiene que quedar algún brazo o alguna mano de una figura porque no tenemos información, eso no se va a recuperar. Solo estrictamente lo necesario para permitir la lectura del original», afirma la restauradora, y lo argumenta de la siguiente manera: «Hay piezas que históricamente hemos perdido que son irrecuperables. No queremos hacer un falso histórico. No queremos reconstruir más allá de lo necesario».

Siguientes fases

Después vendrá la fase de la restauración integral, que, en palabras de Brox «llevará unos cuatro o cinco meses», aunque tampoco quiere asegurar ninguna fecha. «Estamos haciendo todos los informes pertinentes para Patrimonio y que autoricen la siguiente fase de intervención, que ya será limpieza, reintegración de volúmenes y consolidación total», explica.

Esta limpieza se hará con láser, según afirma la restauradora, ya que «es el proceso más eficaz y menos dañino para la obra tal y como está de hollín, de humos y atacado por el fuego».

«El Consorcio y Cultura se han preocupado mucho en que la fase de intervención de urgencia sea lo más rápida posible, porque teníamos riesgo de perder elementos importantes de la portada», asegura Brox, y por eso mismo añade que «la siguiente fase sí que tiene que ir seguida».

En cuanto a las propias religiosas, la restauradora es consciente de que «realmente necesitan la iglesia para sus cultos», por eso afirma que «tenemos que acometer las fases prudentemente, pero de una manera rápida y eficaz para que puedan seguir con su vida y la Iglesia esté abierta, que tiene mucha vida y la ciudad lo necesita».

«Esto es una cadena multiprofesional. También están trabajando a la vez el carpintero y los albañiles. Estamos todos continuamente trabajando cada uno en su sector para que se abra lo antes posible», sentencia Mar Brox.